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Al igual que yo… AMARÁS el aceite de COCO!

Por: Carolina Valdes, Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Actualizado: 28 Oct. 2024

Seguramente ya has escuchado de todos los beneficios que el Aceite de Coco puede tener para ti… ¿lo has probado? Bueno, hoy quiero contarte mi experiencia con el bendito y fabuloso aceite. 

Desde hace años me han recomendado el uso de este aceite para cuidar mi cabello y piel, pero nada más lo había ocupado para lograr un bronceado «perfecto» en Acapulco… (Si,  cuando te pasan vendiendo el aceite en botellitas de salsa, ahí mero…)

 

Mi abuela siempre me decía que utilizarlo en el cabello haría que se me viera siempre brilloso y además estaría muy bien hidratado, que aplicarlo en la cara como mascarilla, haría que mi piel fuera como de revista, luminosa e hidratada y en el resto del cuerpo tendría mejor función que las cremas…

 

Tomando todos estos comentarios en cuenta y aprovechando el «boom» que tenía el aceite de coco (incluso para cocinar), decidí darle la oportunidad de entrar a mi vida.. Como esas oportunidades que le das a los niños que «no te gustan pero algo tienen…» y realmente he comprobado la eficacia de este maravilloso producto HASTA EN LA COCINA!

 

Decidí comprar un aceite de coco extra virgen (como lo venden en el super) y ponerme a leer sobre los beneficios que tiene en la piel, pelo y para cocinar… Descubrí que es mucho más que solamente un «condimento», sino que tiene ventajas que sin duda cualquiera podría utilizar.

 

La presentación que adquirí simula una pasta blanca que al ponerla en contacto con calor se vuelve líquida (yo no se si esta información todos la sepan pero a mi me sorprendió, pensé que una cosa era el aceite en pasta y otra totalmente distinta era la versión líquida), entonces comencé a cocinar con este aceite.

 

Definitivamente el sabor que le da a los alimentos no es totalmente distinto pero si cambia un poco. Los beneficios que obtuve después de utilizarlos en la comida (no hablo de beneficios a largo plazo porque implicarían estudios médicos, pero si beneficios que noté instantáneos) fueron, desde sentir los alimentos mucho más ligeros hasta un metabolismo un poco más funcional. Estuve cocinando con aceite de coco aproximadamente un mes continuo.

 

Según artículos que he leído y algunas pláticas con especialistas, el aceite de coco es mucho mejor para cocinar que el aceite regular porque es «natural», haciendo que no se tengan grados de colesterol elevados y es mucho mejor para el metabolismo, ayudando a acelerar la quema de grasa…

 

Otra de las formas en las que probé el aceite de coco, fue usarlo como mascarilla para el cabello. El procedimiento fue por un mes, alternando el uso una vez cada tres días (mi tipo de cabello es normal, no sufro de resequedad ni pelo grasoso) al finalizar el día, con el cabello seco, aplicaba de raíz a punta con masajes circulares en el cuero cabelludo. Previo a la aplicación, cepillaba muy bien mi pelo con un cepillo de cerdas de madera. Dejaba que actuará toda la noche (solamente me hacía un chongo para dormir) y en la mañana lavaba mi cabello como lo hago normalmente.

 

Otra de las formas en que me funcionó fue, como reemplazo de la sílica. Después de lavar mi cabello y secarlo, aplicaba una pequeña cantidad en las puntas para darle brillo, esto siempre lo hice con mucho cuidado para que el cabello no se viera grasoso. El objetivo siempre fue que se viera brilloso sin exagerar.

 

Definitivamente este fue uno de los usos que más me gustó, mi cabello luce brilloso y siento que se me cae mucho menos (no cambie de shampoo ni nada, solamente empecé a utilizar el aceite de coco).

 

El uso en la piel es una verdadera maravilla. Desde que tengo uso de razón, he sufrido de resequedad en la piel, por lo que he intentado conseguir las mejores cremas y aceites, ahí si he probado tantas recetas me dan para evitarla. Creo que he obtenido resultados realmente interesantes con el aceite de coco.

 

El uso que le di en la piel (para hacer pruebas) fue por tres meses, utilicé diariamente el aceite como hidratante en mi piel inmediatamente después del baño, con la piel semi-húmeda aplicandolo con masajes circulares (como si fuera crema). Después de aplicarlo, en lo que se absorbía, seguía con mi rutina de después del baño (ya saben, crema en la cara, cepillar el cabello, vestirme…)

 

Los cambios que noté en mi piel fueron realmente buenos, mi piel se lucía iluminada, realmente hidratada e incluso, podría decir que la textura se VEÍA, no solamente sentí los cambios, sino que eran notorios.

 

No se si sea posible utilizarla diario (en ese momento tenía tiempo de una rutina diaria de mucho más tiempo que ahora) pero seguramente si tu piel es normal y haces este proceso por lo menos dos veces a la semana, notarás cambios realmente impresionantes en la piel.

 

Creo que haberle dado una oportunidad al aceite de coco en mi vida, no fue para nada un error. Aunque no te he contado de los beneficios que tiene en la cara. Supuestamente, el uso del aceite de coco como mascarilla haría que mi piel luciera mucho más luminosa e hidratada y pues… Sí, efectivamente se logró el objetivo.

 

Aunque en la cara el procedimiento es distinto, yo la utilizaba como mascarilla por periodos cortos de tiempo (nunca la dejé más de 15 minutos). No olvidemos que es un aceite y esto provoca que los poros de la piel se llenen de grasa… Entonces, como lo único que buscamos es que hidrate e ilumine,  no podemos dejarla todo un día. Con 15 minutos una vez a la semana es más que suficiente.

 

A mi me gusta hacer mis «días de spa» en casa, con los ingredientes que tengo a la mano, entonces, me encargué de limpiar profundamente mi cara (con exfoliante especial y jabón neutro) siempre con masajes circulares y movimientos de adentro hacia afuera (esta técnica es reconocida por las abuelitas de alrededor del mundo y avalada por las mamás) limpiando bien en rostro y sin secarlo por completo, agregó una cantidad generosa de aceite de coco en todo el rostro, dejándola actuar por 15 minutos máximo (ya se que lo he dicho varias veces pero prefiero que lo recuerdes antes de culparme por tener la cara grasosa). Después del tiempo recomendado, limpiamos de nuevo el rostro con jabón neutro y humectamos con la crema de siempre (cuidando que no sea una crema grasosa, pues hemos aplicado aceite, o sea, grasa…) Notarás que después de la aplicación, tu piel se ve hidratada y con mucha luz.

 

Definitivamente, creo que el aceite de coco ha sido uno de los aliados de belleza más poderosos que he conocido, los beneficios son increíbles y hacen que tu piel y cabello se vean como de revista. Anímate a probarlo y cuéntame cuáles fueron los resultados que obtuviste! Te prometo que, al igual que yo, AMARÁS los resultados!