Home > Tips > Alexitimia: ¿Qué es?, Causas, síntomas y tratamientos
Si has escuchado de la alexitimia, seguro te haz preguntado, ¿qué es? Si quieres conocer las causas, síntomas y tratamientos, tienes que leer esto.
Como seres humanos, nuestras vidas se ven profundamente influenciadas por la forma en que experimentamos, manejamos y expresamos emociones. En algún punto de nuestras vidas, todos experimentamos tristeza extrema, miedo, estrés, júbilo y amor. Cuando algo bien nos sucede, sentimos ligereza y alegría en el corazón. Cuando experimentamos pérdida y derrota, tenemos un pesado sentimiento al fondo de nuestros estómagos.
Pero, imagínate no poder vivir eso. ¿Qué pasaría si nunca pudieras identificar si estas triste o feliz? ¿Qué pasa si realmente estás deprimida o triste, pero ni siquiera lo sabes tu misma? ¿Puedes imaginar lo confuso que podría ser eso? Cuando una persona tiene Alexitimia, significa que les cuesta trabajo distinguir entre emociones y sensaciones físicas. La alexitimia es considerada una característica de la personalidad. Aunque no es un diagnóstico, la alexitimia se asocia con varias condiciones de salud mental
Índice
1. El espectro
2. Dificultad para identificar sentimientos
3. Dificultad al describir emociones
4. Pensamiento orientado externamente
5. Interpretación indirecta de sentimientos
6. Procesos imaginativos restringidos
7. Dificultades para las relaciones interpersonales
8. Desinterés por la intimidad
Similar a como el autismo y el TDAH existen en un espectro, también sucede con la Alexitimia. Una persona puede tener pocas características de alexitimia, o muchas. Comúnmente se manejan 7 áreas donde una persona puede experimentar características alexitímicas, esto significa que puedes mostrar rasgos de alexitimia en ciertas áreas, pero no en otras.
Las personas que experimentan dificultades con identificar emociones sienten confusión sobre sus experiencias internas, incluidas las emociones. Sus sensaciones corporales causan confusión, y les cuesta trabajo distinguir entre sensación corporal y emociones; por ejemplo, una confusión entre hambre y ansiedad). La habilidad de identificar emociones juega un papel clave en nuestra habilidad de regular emociones.
Mientras que la dificultad para describir sentimientos suena similar a identificarlos, es distinta. La dificultad con describir los sentimientos se refiere a una dificultad para encontrar palabras para tus sentimientos, y poder expresar esos sentimientos para otros. La manera en que describen emociones puede ser vaga, generalizada y difusa. Esto hace que se asocie con dificultades en las relaciones.
Este pensamiento ocurre cuando el proceso de pensamiento de una persona se concentra hacia afuera. Esto quiere decir que la persona enfoca su energía en eventos externos, y tiende a evitar las experiencias internas. Cuando una persona tiene características de alexitimia en esta área, significa que experimenta dificultades para atender sus propias emociones.
Esto se refiere a la experiencia de sentir los sentimientos de otros, al mismo tiempo que ellos. Un ejemplo de esto es cuando experimentas una fuerte emoción de tristeza al enterarte que una amiga perdió a un familiar. Estas experiencias suelen ser conocidas como empatía afectiva. Esta habilidad para entender lo que otros están experimentando son clave para desarrollar relaciones y conexiones personales.
Muchas personas con alexitimia tienen una vida de fantasía disminuida, con capacidades imaginativas limitadas. Estas personas tienden a estar orientadas hacia el mundo concreto de los hechos, y son pragmáticos con poco interés por la fantasía y el proceso imaginativo. Pueden tener poco interés en la fantasía, esfuerzo creativo y el arte. También tienen poca probabilidad de pasar tiempo soñando despiertos.
La alexitimia ha sido relacionada a dificultades con la empatía, que suele influenciar negativamente a las relaciones. Un estudio en una población de personas con autismo demostró que la alexitimia, y no el autismo, llevaba a dificultades en la empatía cognitiva y afectiva. Las personas autistas que no tenían alexitimia no se toparon con las mismas complicaciones con la empatía como las personas autistas con alexitimia. Esto ha llevado a los investigadores a creer que es la alexitimia, y no el autismo, lo que resulta en dificultades con la empatía.
Aunque no es una característica de la alexitimia, este padecimiento suele conectarse a una reducción en la satisfacción, y un desapego mayor de las posibles parejas. También se asocia con la timidez y nervios cuando hay intimidad física. Esto puede estar ligado a diversos factores. Primero, la alexitimia se asocia con emociones “negativas”, además de que suele resultar en un apego evitativo, que lleva a un estilo evitativo.
La alexitimia es principalmente considerada una característica de la personalidad, que probablemente sea el resultado de un complejo conjunto de aspectos como la familia, ambiente, apegos tempranos, y genética. Los factores genéticos como las diferencias del neurodesarrollo, problemas de procesamiento sensorial, etc. pueden hacer que sea más difícil para que una persona pueda detectar los sutiles cambios en el cuerpo, que acompañan las emociones.
El ambiente temprano también puede jugar un papel en el desarrollo de la alexitimia. Que tan disponibles estaban tus figuras tempranas de apego, cuantas emociones y etiquetas emocionales estaban etiquetadas en casa, y el tono emocional general del hogar puede tener un impacto en la habilidad de una persona para percibir y registrar emociones.
El tratamiento para la alexitimia debe ser a la medida. Las aproximaciones tradicionales como el psicoanálisis, han resultado no ser una buena terapia para el problema. Sin embargo, ya que la alexitimia suele ocurrir de la mano de otros desordenes de salud mental, el tratamiento de estas condiciones puede ayudar a reducir la alexitimia. El primer paso hacia la sanación es identificar y expresar tus emociones. También es importante trabajar en tu literatura emocional, y el nombre con el que llamas a cada emoción. El tratamiento basado en mentalización, como la meditación, que se concentra en construir una conexión entre pensamientos y emociones, también puede ser de mucha ayuda. Por tu cuenta, puedes expandir tu consciencia introspectiva al practicar llevar un diario, inscribirte en clases de arte como la actuación, danza, música o pintura, escuchar música emotiva, y leer novelas cuyo enfoque sea una narrativa personal.
Otra poderosa herramienta para la alexitimia es tener una relación terapéutica con alguien en quien confías. Esto es especialmente cierto si lo que causó la alexitimia fue un trauma en la infancia, o la falta de sintonía con uno de tus cuidadores principales. En el mejor de los casos, tu terapeuta te ayudará a trabajar en crear un espacio en el que te sientas lo suficientemente cómoda como para ponerte en contacto con las capas profundas de tus sentimientos.
Esto puede tomar algo de tiempo, pero si hay suficiente confianza, los sentimientos enterrados saldrán a la superficie, gradualmente. En este proceso, un terapeuta con habilidad te guiará gentilmente, y te empoderará para darle las palabras a lo que no era expresado. Este proceso no puede ser acelerado arbitrariamente antes de que estés preparada. Tu terapeuta debe tener un entendimiento de tus límites, y ser paciente con las dificultades que te encontrarás.
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