Home > Pareja > Amor tóxico y la mentira del romance
Hay cosas que pueden parecer románticas, pero que, en realidad, son muy tóxicas. El amor tóxico, y la mentira del romance, viven en tu subconsciente.
Seamos honestas: hay muchas cosas que se dicen ser “románticas”, y las ves en libros, películas, y canciones; pero, si las aplicas en la vida real, son un poco raras, creepy, y tóxicas. Casi todo el mundo quiere enamorarse. Para el mundo, el amor es de los ideales más altos, y las relaciones nos dan propósito, y significado. Nos revitalizan, y motivan. Una pareja, provee compañía cuando nos cuesta trabajo dar el primer paso.
Ser amada, también da validez a nuestra autoestima, nos hace sobrepasar las dudas sobre qué tanto merecemos el amor, y calma nuestro miedo a la soledad. Pero, es muy común que ese “perfecto” romance, se vuelva agrio. Lo que fue un sueño maravilloso, se transforma en una pesadilla dolorosa. La pareja perfecta, se vuelve la equivocada.
El inconsciente es una fuerza muy poderosa, y la razón no evita que nos enamoremos, ni que sea fácil marcharse. Aunque la relación resulte ser tóxica, una vez que te apegas, terminar la relación es tan difícil como enamorarse, fácil.
Índice
2. Las mujeres pueden arreglar a un hombre roto
6. El lobo en disfraz de cordero
Las relaciones abusivas, al inicio, no son tan obvias, tanto para los que están fuera de ella, como para los que la viven. Los comportamientos tóxicos pueden tomar muchas formas, desde físicas, hasta mental, y emocionales. En algunos casos, las personas confunden estos comportamientos con amor, pensando que la necesidad de control, o los celos, es porque el amor es tanto, que no hay otra manera de actuar.
Esto no es amor, sin importar cuanto pienses en cómo se deberían ver, hay muchos comportamientos, horribles, que se disfrazan de amor, y es importante poder distinguir entre el amor real, y una relación tóxica.
Esta es la idea de que, un hombre roto, sólo puede ser curado a través del amor, y el trabajo, de una pareja. Esto continúa la idea de que los hombres no pueden encontrar apoyo de nadie, excepto de una pareja, comúnmente, una mujer. Esto significa que no buscan apoyo de sus amigos, no buscan terapia, no tienen conexiones fuera de su pareja, para que lo apoyen.
Obviamente, esto pone un enorme peso en las mujeres, para que cuiden de ellos, los curen, los rehabiliten. La misma energía, no se les da a las mujeres. El ejemplo perfecto, son todas las películas, series, libros, etc. cuyo target suelen ser las chicas adolescentes. En estas películas, siempre hay un “chico malo”; este chico malo es mujeriego, agresivo, posesivo.
Pero, también es dulce, una vez que baja la guardia, es protector (lo cual siempre viene de la mano de “seguir a la chica, por amor”) es posesivo, es verbalmente abusivo. Como chicas, crecimos viendo este tipo de interacciones entre personajes. No es tan sorprendente, entonces, que sea el tipo de relaciones que muchas tenemos, o tuvimos.
Cuando tu pareja pregunta, o se preocupa, por tu ubicación, donde estabas, o donde estuviste, siempre viene desde un lugar en el que, tu bienestar físico, es su mayor prioridad. Y, claro, desafortunadamente, vivimos en tiempos en los que, por ser mujeres, estamos mucho más expuestas a peligros que, para los hombres, son cosas que jamás les cruzan por la cabeza.
Sin embargo, es cada vez más común que esta situación social, sea la excusa perfecta para ejercer un control tóxico, perfectamente disfrazado del amor más puro. En estos caso, aunque pueda parecer un gesto amoroso, pero, analiza bien. ¿Quiere controlar con quien interactúas? ¿Es celoso? ¿Es explosivo? No es preocupación por ti, es por ellos, por su ego. Sin embargo, es importante saber hacer la distinción entre la preocupación real, el interés verdadero, y la necesidad de control.
La manera en la que romantizamos que nos rompan el corazón, perdonar, y regresar con la persona que nos rompió el corazón, vive clavada en nuestras mentes. La tonta idea de que “lastimas a quienes amas”… ugh. Si alguien te engaña, te miente, te manipula, eso es abuso emocional. Y, desafortunadamente, existe esta representación de que, lo que se necesita, es una grandioso gesto de amor, y todos los problemas se resuelven, se olvidan, se entierran. Nunca sucederá otra vez, y debes perdonarlo. Por favor.
No estoy diciendo que la redención no sea posible, porque cada situación es diferente. Pero, lo que si estoy diciendo, es que no se arregla “por amor”, no se soluciona con un oso gigante, una fiesta sorpresa, con todos tus amigos y familiares, se arregla con trabajo. Si tengo que ver una película más, en la que se pretenda que simpaticemos con un personaje abusivo, y vemos a la víctima perdonar al abusador, para que quede bien en la trama… voy a explotar. No es glamoroso, no es romántico; es abuso, y tenemos que dejar de romantizarlo.
Para nada estoy diciendo que TODAS las relaciones son tóxicas; lo que estoy diciendo es que la obsesión de la sociedad, los medios, y las redes sociales, con las relaciones, no es nada sana. Es como si todos estuvieran concentrados en las fotos cute, los matching outfits, y en poder decir que tienes a alguien, en vez de, realmente, considerar a quien tienes.
La gente está allá afuera, intentando forzar cosas, con una persona equivocada, porque prefieren tener a quien sea, que a nadie. Hay parejas que no necesitan estar juntas, no deberían estar juntas, pero se quedan juntas, porque sus fotos cute se vuelven virales. Y la obsesión, promueve la idea de que, estar soltera o soltero, es un defecto.
La idea de que tienes que estar obsesionada con tu pareja, cuando estás en una relación; ay, ay, ay. Aparentemente, tenemos que estar en contacto con nuestras parejas todo el día, todos los días. Y si no contestamos dentro de una ventana razonable de tiempo, si no explicamos por qué no regresamos el mensaje, significa que perdimos el interés. Si no son mensajes, es FaceTime hasta que muera la batería, o alguien se quede dormido. ¿No te parece raro? Para mí, suena mucho a una codependencia romantizada, normalizada.
Dedicar todo tu tiempo a tu pareja, es tóxico. Porque, imagina que dedicaste tanta energía, y tiempo de tu vida, a una relación, que ya no tienes nada más. Te sentirías tan rota, si esa relación falla, porque estabas tan apegada, que olvidaste tu individualidad, por completo.
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