Home > Tips > Cómo aprender a decir no sin ofender ni ser ofendido
¿Quieres aprender a decir “no” sin ofender a alguien? Si sientes que la gente se aprovecha de tu amabilidad, es hora de aprender a decir “no” sin que nadie se sienta atacado. Haz que te respeten sin dejar de lado tu educación. Aquí te ayudamos a hacerlo sin sentir incomodidad o culpa.
La mayoría, somos chicas de “si”. Decimos “si” a toda propuesta, petición y pregunta que se nos cruza. En muchos casos, lo que en realidad quieres decir, es “no”, pero no estás segura de cómo hacerlo sin ofender, por lo que terminas diciendo que “si”. Sólo debemos aceptar cuando realmente queremos hacerlo.
Índice
1. ¿Por qué no puedo decir “no?
3. Re-dirigir
6. Hazle saber que te gustaría decir que si
7. Da una explicación, en caso de necesitarlo
Es posible negarte de manera amable y sin ofender a nadie. Sin embargo, muchas nos negamos a hacerlo, por miedo a las consecuencias. Hay muchos factores que evitan que lo digamos. Si eres alguien que lo encuentra difícil, existen muchas razones.
Tal vez tengas miedo al rechazo de un grupo social, te falta confianza en ti misma, o prefieras evitar una confrontación. Si estás acostumbrada a aceptar cualquier petición, encontrarás que te causa mucho dolor emocional.
Al decir que si a alguien, puede que estés lastimando tus propios sentimientos. Esto es porque, ser una persona complaciente, suele ser a costa tuya. Una vez que empiezas a evolucionar tu personalidad y construir la confianza para decir “no” empezarás a ver los efectos positivos en tu vida.
Para decirlo con firmeza, pero sin ofender, te vamos a dar una lista de tips. Recuerda que lo más importante es dar el salto a negarte. Un simple “perdón, pero no” es un excelente lugar para empezar. Si no te sientes cómoda haciendo algo, recuerda que tienes todo el derecho de negarte.
Decir “no” debería ser sencillo. Aunque pueda parecer complicado, hacerlo con una sonrisa, en lugar de una cara seria, hace que sea más sencillo que la otra persona no lo tome a mal. Así le dejas claro a la otra persona que no es tu intención ofenderlo. Sólo recuerda que la sonrisa debe ser genuina, de lo contrario, parecerá que lo que realmente quisiste decir es “vete al demonio”.
Si te da miedo negarte por miedo a que la conversación se ponga incómoda, niégate y cambia el tema a algo del interés de la otra persona. Es muy probable que esto capture su atención y no tengan tiempo de sentirse ofendidos.
A veces, no es necesario un “no” directo. En muchos casos, esto aleja el tema de conversación y le permite a la otra persona aceptar el hecho de que, probablemente, reciban un no de tu parte. Esto hace que cuando vuelvan a tocar el tema, si es que lo hacen, hayas tenido tiempo para poder contestar un “no” y que no tome a la otra persona por sorpresa.
La próxima vez que alguien te pida algo y quieres decir que no, dales una alternativa. Por ejemplo: si un compañero te pide tu número, porque busca algo más contigo, intenta decirle “¿Y si mejor te agrego a Facebook”?
Suaviza el “golpe” del rechazo haciéndole saber que te gustaría aceptar, seguido de la explicación por la cual no quieres o no puedes hacerlo. Por ejemplo, si alguien en la escuela o trabajo te pide ayuda en una actividad o a terminar un proyecto, contesta que “Me gustaría quedarme, pero, tengo la tarde ocupada”.
Usualmente, después de que te negaste a la oferta o petición de alguien, lo que viene es, esa persona, pidiendo una explicación a porque no quieres o no puedes. Toma la iniciativa de explicarles, la lógica detrás de tu respuesta. Lo más seguro es que esto haga que dejen el tema atrás.
Lo mejor que puedes hacer, si eres una chica a la que le cuesta decir que “no”, es entender que la opinión y respuesta emocional de la otra persona, no está (y nunca estuvo) en tus manos. No puedes controlar como reaccione la gente a lo que haces, o decides no hacer.
Al final del día, es la otra persona la que decide cómo reacciona a tus palabras o acciones. Bien dicen que “nadie es monedita de oro”. Recuerda que todo este artículo aplica si eres tú la que se ofende al escuchar un “no”. Las personas son independientes de ti y tus deseos. Decir “no” debe ser normalizado. ¿Por qué? Porque no tiene NADA de malo.
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