Home > Pareja > Características de una relación sana
Todos hablan de la toxicidad, y los focos rojos, en una relación. Pero, ¿Cuáles son las características de una relación sana? Aquí te decimos.
Una relación sana, tiene la capacidad de sacar lo mejor de ti, y hacerte sentir bien, contigo misma. Ahora bien, una relación sana no quiere decir una relación “perfecta”, y nadie es 100% con sus relaciones. Sin embargo, las características que te diremos a continuación, son comportamientos a los que todos deberíamos apuntar en nuestras relaciones.
Las relaciones sanas se manifiestan como una comunicación efectiva; otra parte de suma importancia, es el amor que tengas por ti misma. Pero, dejando de lado los factores internos necesarios para una relación sana, aquí tienes las características de una relación sana.
Índice
1. Paso cómodo
2. Confianza
3. Honestidad
5. Respeto
6. Igualdad
7. Amabilidad
10. Diversión
La relación se mueve a una velocidad que es agradable, y adecuada, para cada persona. Es normal buscar pasar mucho tiempo con una persona, cuando la empiezas a conocer, y empiezan a cosechar los sentimientos sembrados con el tiempo. Pero, es importante que ambos estén en la misma página con cómo se va a mover la relación. En una relación sana, no te sientes apresurada, o presionada, de tal manera que te deje sintiéndote abrumada.
Hablo de esa tranquilidad de saber que tu pareja no hará nada para lastimarte, o arruinar su relación. En una relación sana, la verdad viene con facilidad, y no tienes que cuestionar las intenciones de tu pareja, o si puedes confiar en ella, o no. Respetan su privacidad, y nunca se hacen pasar por “pruebas” para probar la lealtad.
Puedes ser honesta, y sincera, sin miedo a cómo va a responder la otra persona. En una relación sana, deberías sentir que puedes compartir la verdad, completa, sobre tu vida, y los sentimientos que tienen, uno por otro. Nunca tienes que esconder las cosas. Claro, no siempre le va a gustar lo que tienes que decir, pero su respuesta nunca hará que te arrepientas de haber sido honesta.
Tienes el espacio de ser tu misma, fuera de la relación. Tu pareja debería mostrar su apoyo por tus hobbies, actividades personales, y tu relación con tus amistades, familiares, etc. Tu pareja no necesita saber, o estar involucrado, en cada aspecto de tu vida, por más mínimo que sea. Tener independencia, significa ser libre de ser tu misma, y darle a tu pareja la misma libertad.
Ambos se valoran, uno a otro, y sus respectivas creencias y opiniones. Se aman por quienes son, como personas, como individuos. Te sientes cómoda con los límites establecidos, y confías en que tu pareja va a respetar dichos límites. Te alienta cuando alcanzas alguna meta, alientan tu trabajo duro, y tus sueños, y te aprecia. Nunca hay, ni habrá, una hostilidad latente, escondida entre las líneas.
La relación se siente balanceada, y todos ponen el mismo nivel de esfuerzo, en el éxito de la relación. No necesitan que sean las preferencias, y opiniones, de sólo uno de ustedes, las que prevalezcan, y dicten las cosas. Todo lo contrario, ambos se escuchan, uno a otro, y llegan a compromisos, cuando las opiniones son diferentes.
Sientes que tus necesidades, deseos, e intereses, son igual de importantes que los de tu pareja. A veces, puede que uno sea el que aporta más (dinero, tiempo, apoyo emocional), pero siempre hay una compensación, que termina por equilibrar las cosas.
Ambos cuidan uno de otro, son empáticos, y proveen comodidad y apoyo. En una relación sana, las personas harán las cosas que sabe que hacen feliz a su pareja. La amabilidad es una calle de doble sentido, se da y se recibe, en una relación sana y funcional. Muestran compasión por su pareja, y las cosas que le importan.
Adueñarse de las acciones, y las consecuencias, es parte de la responsabilidad. Ambos evitan poner la culpa de una situación, en quien no es el culpable, cuando hay un error. Las disculpas son genuinas, cuando alguien comete un error, y hay un esfuerzo continuo en hacer cambios positivos para mejorar la relación. Te adueñas del impacto de tus palabras, o tus comportamientos, incluso si fueron sin intención de dañar.
Hay discusiones abiertas, y respetuosas, en las que hablan de los problemas, confrontando los desacuerdos, sin emitir juicios. El conflicto es normal, y es una parte esperada en toda relación. Todos tienen desacuerdos, y eso está bien. El conflicto sano es reconocer la raíz del problema, y abordarla de manera respetuosa, antes de que llegue a un punto mayor. Nadie hace menos a nadie, y nadie pierde el control durante una discusión.
Disfrutan pasar tiempo juntos, y sacan lo mejor, uno de otro. Una relación sana se debería sentir fácil y feliz. Puedes soltarte, reír, y ser tu misma. La relación no arruina tu humor, sino que te hace sentir mejor, cuando estás triste. No hay relación divertida, el 100% del tiempo, pero los buenos tiempos son mucho más pesados que los malos tiempos.
Las relaciones sanas, requieren de la habilidad de comunicarse de manera correcta. Aunque podría parecer que las mejores relaciones son las que no tienen conflicto, saber cómo discutir, y resolver las diferencias, de manera efectiva, es más importante que evitar las discusiones, para mantener la paz. El conflicto es una oportunidad de fortalecer la conexión con tu pareja. Cuando hay un conflicto, las parejas en una relación sana, saben evitar los ataques personales, concentrándose más en hacer que su mensaje llegue de manera clara.
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