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¿Cómo saber si soy codependiente emocional? En este artículo, te vamos a dar unas cuantas señales para poder contestar esta pregunta, sin tanto rollo.
En una relación sana, ambas personas dependen, uno de otro, de manera equitativa, para recibir amor, apoyo emocional, y aliento. En contraste, una relación codependiente, es unilateral. Es una dinámica disfuncional en la que, de manera desproporcionada, una persona da y sacrifica sus propios deseos, y necesidades, para complacer a su pareja, quien tiende a actuar de manera impulsiva, y ofrece poco apoyo emocional.
En una relación codependiente, mucho del amor, e intimidad, en la relación, se experimenta a través del contexto de las emociones de una persona, y la necesidad de rescatar de otra. Quien ayuda, demuestra amor a través de proveer ayuda, y la otra persona siente amor, de recibir ayuda. Las experiencias compartidas de los problemas y de quien recibe ayuda, y el hecho de que quien ayuda, rescate, profundiza la conexión, y los sentimientos de intimidad.
¿Crees ser una persona codependiente emocional? Aquí hay unas señales:
Índice
1. Relaciones con individuos problemáticos
2. Si, a todo
4. Su felicidad es tu prioridad
9. Tu pareja se aprovecha de ti
11. Condicionamiento
No tiene sentido buscar en otro lugar. Todos tenemos nuestros demonios, incluida tú. Para definir, una persona “problemática” es alguien cuya situación emocional, social, financiera, o vocacional, niega su habilidad de mantenerse estable. Esta falta de estabilidad se traduce a la habilidad de cumplir con tus necesidades sociales, emocionales, o financieras.
Las personas codependientes se sienten atraídas por personas con muchas necesidades, y esas personas con muchas necesidades, terminan sintiendo atracción por alguien codependiente. “No sé por qué siempre termino con un chico así”. No es accidente que las personas necesitadas, terminen encontrando personas que aman ser necesitadas, como si existiera publicidad para ello.
Eres el tipo de persona que dice que “si”, a todo lo que dice tu pareja, sin tomarte el tiempo de considerar como te sientes, con la petición. Tienes derecho a cuidar de ti misma, en la relación, poniendo límites. Encontrando la fuerza interior de decir que no, o que no estás segura, si algo no resuena contigo, o si necesitas tiempo para considerar la petición.
Es común que seas tú quien termina dando la cara por algo que hizo tu pareja, por su mal comportamiento. Por ejemplo, ignorar que está tomando demasiado alcohol, o haciendo excusas por ellos, con tus amigos, es una señal de que no ves las cosas claras en tu relación. Esto es porque tus límites están borrosos.
Este tipo de relaciones, son verdaderamente tóxicas para el desarrollo individual, y la felicidad. Ain así, ciega a las repercusiones de esa devoción, mal colocada, la persona codependiente no puede evitar intentar complacer a la persona dependiente. La aceptación se ha vuelto la prioridad más alta, y en algunos casos, la única.
Puede que creas que estás ayudando a tu pareja, sacándolo de los problemas en los que se mete, por milésima vez. Pero, a estas alturas, sólo estás permitiendo que su comportamiento siga. Demuestras tu amor al permitir, o rescatar, para ayudar a tu pareja, en problemas que él mismo creó. Esto significa que tus actos de apoyo, sirven para perpetuar la dependencia de tu pareja, así como su mala salud psicológica, irresponsabilidad e inmadurez.
El amor sano permite la diferenciación. Cada persona tiene su propio sentido de sí mismo, mientras siguen conectados, cuando hay desacuerdos, o conflicto. Las diferencias en la relación no se toman de forma personal. Cada persona tiene sus propias amistades, intereses, se apoyan mutuamente, y su felicidad no depende de su relación. Hay un sentido de uno mismo, y un sentido de unidad.
El amor codependiente existe cuando cada persona, termina por perder esa parte de quienes son, con tal de mantener la relación. La dinámica en la relación, es una de manipulación, control, enredo, y la rendición de aspectos de uno mismo.
Estás en una relación en la que tu pareja no pelea limpio, y es común que te manipule, para obtener lo que quiere. El amor sano incluye límites apropiados, alrededor de la comunicación, incluyendo el conflicto. Las parejas sanas resuelven sus discusiones, rápidamente. No ponen obstáculos, no hierve su enojo, ni manipulan a su pareja.
Las personas codependientes, suelen dar mucho más de lo que reciben de su pareja. Aunque, tal vez, lo hagan para “asegurar” el lazo, y así, reducir la ansiedad de ser rechazadas, también están siendo negligentes con sus propios deseos, y necesidades, que son legítimos.
Tus relaciones son con alguien que se aprovecha de tu amor, y tu naturaleza empática. Esto es para evitar sus propias responsabilidades, y no hacerse responsables de su propia vida, y las consecuencias de su inmadurez o irresponsabilidad.
Las personas codependientes, se sienten muy incómodas cuando permiten que su pareja experimente dolor. Metafóricamente, tomas su dolor, y lo cargas por él. Desafortunadamente, esto es a costa tuya, y puedes terminar sintiendo mucho resentimiento, y dejando atrás, partes de ti misma. Crees que eres responsable por las emociones y sentimientos de otras personas, y que tu felicidad, depende de estar en la relación.
Tu relación se basa en comportamientos condicionados, controladores, y cohesivos. Por ejemplo: “si me amaras, no me harías enojar tanto que termino haciendo esto”. O, algo como esto: “Cuando estemos juntos, vas a tener que dejar de ver a ese amigo tuyo”.
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