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¿Quieres saber cómo salvar una relación? Las cosas no siempre son fáciles para todas las parejas, y es mejor saber cómo actuar.
Las parejas pelean todo el tiempo, y esto forma parte de cualquier relación a largo plazo. Siempre habrá diferencias y desacuerdos, pero hay momentos en que parece que todo se está cayendo a pedazos. Esto, frecuentemente, lleva a rupturas desastrosas. Sin embargo, no siempre tiene que ser así
Todos experimentan tiempos difíciles en sus relaciones, pero algunos problemas parecen imposibles de superar. Te podrías estar preguntando si tu relación es digna de ser salvada, o como podrías empezar a intentarlo. Algunos problemas comunes que demuestran que una relación está en problemas serios es la infidelidad, terminar y regresar constantemente, o un ambiente tóxico en general.
Índice
1. ¿Cuándo salvarla, y cuándo soltar?
2. El trabajo individual va primero
3. Comuníquense
4. Mejoren la forma de discutir
5. Gratitud por las cosas pequeñas
8. Celébrense
Aunque el optimismo siempre obtiene puntos extra, la verdad es que no todas las relaciones están destinadas a funcionar. Antes de que decidas cómo proceder, es importante que primero tengas claridad en si tu relación tiene posibilidades de ser salvada, si vale la pena intentarlo, o si es mejor que tu y tu pareja sigan un camino por separado.
Hay unos cuantos componentes clave que tienes que tomar en cuanta cuando tomas la decisión de continuar o no con tu relación, y el amor no es uno de ellos. Obviamente, el amor es importante, pero no siempre es suficiente.
Lo que realmente importa es la salud (o falta de) en una relación. Si te sientes física o psicológicamente amenazada, estas son señales que no puedes ignorar. Salirte de la relación es vital para tu seguridad y bienestar, y la de tus hijos, en caso de que ese sea el caso.
Asegurarte de que tu pareja apoye tus necesidades y valores también es muy importante. Si sientes que tus valores se ven comprometido, así como tu moral, esta es otra razón por la cual deberías salir de ahí, en vez de pensar en cómo podrías arreglar las cosas. Recuerda que tienes que tener tu salud y felicidad en la punta de tu lista de prioridades.
Y, claro, ambas personas tienen que tener la disposición de salvar la relación. Si una persona ya no está motivada de forma mental o emocional, y no demuestra deseos de reparar la relación, entonces, es probable que sea hora de terminar con la relación.
Para poder salvar y fortalecer tu relación, tu y tu pareja necesitan hacer trabajo interno, y personal. Es importante que ambos trabajen en si mismos, y conecten con sus emociones, valores y fortalezas.
Empieza con la curiosidad, creando un espacio abierto en el que ambos puedan ser honestos, uno con el otro. Sólo entonces podrán trabajar como pareja, para intentar fortalecer su relación.
Una de las cosas más importantes que puedes hacer para salvar tu relación es comunicarte con tu pareja. Esto significa ser honestos con sus emociones, estar abiertos a escuchar el punto de vista del otro, y escuchar con atención a lo que el otro tiene que decir.
Esto también significa una voluntad de comprometerse y trabajar juntos, hacia una solución que sea beneficiosa para ambos. Cuando la comunicación se ve comprometida, puede ser muy difícil volver a conectar, pero siempre vale la pena el esfuerzo.
Después de todo, las relaciones se construyen sobre la comunicación, y sin ella, las cosas se vienen abajo, fácilmente. Si quieres salvar tu relación, asegúrate de que tengas abiertos los canales de comunicación.
La idea de pelear cuando intentas sanar y fortalecer tu relación suena a algo contraintuitivo. Discutir puede ser una actividad perfectamente sana, que debes saber hacer. La clave es hacerlo de la forma correcta. Esto se ve como la comunicación, de una forma abierta y honesta que los acercará más, a diferencia de aventar culpas y responsabilidades, que sólo terminará por alejarlos aún más.
Son las cosas pequeñas las que dan aliento a una relación. Por lo tanto, es importante expresar tu apreciación por las cosas pequeñas que tu pareja hacer por ti, o para ti. Esto puede aparecer en una variedad de maneras, desde cosas tan simples como sacar la basura, hacer el café, o mandar un tierno mensaje de texto. Y no sólo de vez en cuando, sino de manera diaria, o constante.
Reconocer y realmente disfrutar del tiempo que pasas con tu pareja, y no darlo por hecho, es otra estrategia que te puede ayudar con tu relación en problemas. Y no sólo son los momentos importantes o grandes, como unas vacaciones o un cumpleaños, sino también los momentos cotidianos que comparten, como ver una serie o hacer la cena. Tienes que estar totalmente presente, y absorber ese tiempo de calidad.
Las relaciones requieren mantenimiento, y es por esto que una revisión a su relación, cada determinado tiempo, puede ser de mucha ayuda. Para hacer esto, podrías probar con sentarse juntos para una calmada y honesta conversación sobre cómo sienten que está progresando su relación.
Cubran todas las áreas, como la comunicación, la intimidad, las finanzas, las actividades que tienen juntos, etc. Al hablar de los posibles problemas, con tiempo, tienen la capacidad de solucionarlos antes de que exploten, y de manera simultánea, tienen la oportunidad de expandir y profundizar su intimidad emocional y conexión real.
Aunque estar ahí para el otro cuando vive un momento difícil es una parte muy importante de las relaciones, también lo es celebrar los logros del otro. Es muy común que cuando nuestra pareja comparte algo bueno con nosotras, apenas nos damos cuenta.
Puede que, de manera no intencional, no le des importancia al no poner atención, regresar a lo que estabas haciendo, o tal vez, cambiar el tema por completo. Estos comportamientos son tan malos como decir, directamente, algo negativo sobre las buenas noticias que te da tu pareja.
Cuando tu novio llegue a casa, feliz de las buenas noticias que quiere compartirte, suelta tu teléfono y dale la atención que se merece.
Reencender la chispa, o restaurar la salud emocional de la relación, puede ser tan simple como mantener el interés, uno por el otro. Al inicio de una relación, parece muy fácil mantener esa curiosidad con tu pareja, y concentrarte en lo positivo.
Sin embargo, más adelante en la relación, cuando la novedad se acaba, por error creemos que sabemos todo lo que hay que saber sobre nuestra pareja. Dejamos de hacer preguntas, y caemos en una rutina. Así que, al simplemente demostrarse curiosidad, podrán concentrarse en lo que está funcionando, y crear un ambiente de interés genuino.
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