Home > Pareja > Como sanar/arreglar una relación tóxica
Las dinámicas tóxicas, en una relación, pueden ser arregladas con tiempo, esfuerzo y dedicación. ¿Realmente es posible? ¿Vale la pena hacerlo? ¿Es mejor hacer mis maletas, e irme? Si quieres saber cómo sanar y arreglar una relación tóxica, este artículo es para ti.
El término “relación tóxica” es algo muy ambiguo en el léxico del mundo actual. Pero, eso no significa que debería estar normalizado, como parte de cualquier relación. Las relaciones toxicas suceden cuando las personas están atrapadas en patrones y ciclos de relación dañinos.
En las relaciones románticas, la atracción puede ser una fuerza que atrae a la gente, y evita que salgan de un ciclo tóxico. Las dinámicas tóxicas pueden ser enmendadas, siempre y cuando exista conciencia, de ambas partes, en cuanto a lo que es necesario. Ambos deben estar dispuestos a cambiar, y aceptar la responsabilidad, para poder avanzar. Aquí están los pasos para arreglar tu relación tóxica:
Índice
4. Usa tu voz
5. Empieza a llenar tu espacio
6. Busca ayuda
7. Aprende a confiar en ti misma
8. Nuevas formas de crítica, juntos
9. Dispuesta a conversaciones incómodas
Si, las relaciones tóxicas pueden cambiar. Sin embargo, eso viene con una incógnita muy grande. Una relación tóxica puede cambiar, siempre y cuando, ambos estén comprometidos por completo a superarlo con mucha comunicación, honestidad y auto-análisis, y, posiblemente, ayuda profesional, tanto separados, como juntos.
Va a requerir que cada uno examine sus acciones y haga su tarea. Si tu o tu pareja no están dispuestos a invertir el esfuerzo, la relación no va a cambiar, y debería ser terminada, por el bien de ambos. Si deciden trabajarlo, deben ser muy realistas. Si no hay cambios después de tomar estos pasos, la toxicidad podría ser demasiada, como para ser superada. Si es el caso, es mejor seguir adelante, separados. Ahora, como consejo, si en la relación existe violencia o agresión, no intentes arreglar nada. Lo mejor es salir de ahí, cuanto antes.
Antes de que intentes confrontar a tu pareja, asegúrate de tener la autoestima y confianza suficientes para saber que estarás bien, si la relación termina. Si quieres mejorar tu relación con una pareja tóxica, debes estar dispuesta a dejar la relación, si no hay cambios. Si no tienes esa disposición, tu pareja sabrá que, sin importar lo que haga o no haga, tú no te irás.
Alguien puede reconocer una relación tóxica si existe la presencia de Acusaciones, Culpas, Críticas y Exigencias. Si estos comportamientos son comunes en tu relación, habla con tu pareja y lleguen a un común acuerdo, para ponerle fin al ciclo.
Cuando encuentres que caen en alguno de estos comportamientos, intenta identificar cómo y en qué momentos recurren a ellos. Es importante recordar que no eres tú contra tu pareja; son ambos contra el problema de comunicación. Esta mentalidad de colaboración los ayudará a re-conectar de manera natural.
En las relaciones tóxicas, es común sentir que caminas en hielo delgado, buscando evitar una confrontación con tu pareja, o hacer cualquier cosa que lo pueda molestar. Esto, usualmente, termina en que se construya resentimiento en ti. Si sientes ansiedad por comunicarle algo a tu pareja, por miedo a su respuesta, toma nota. En una relación, es esencial sentirse relajada, y que puedes ser tu misma, y decir lo que te preocupa.
Tal vez, tu pareja ni siquiera esté consiente de los comportamientos que hacen que sientas que debes andar con cuidado. Cuando te moleste algo, aguanta la necesidad de ignorarlo, o hacer como que no existe. En vez de eso, tómate el tiempo de, conscientemente, alzar la voz (es un músculo, así que debes trabajarlo, constantemente), y comparte lo que sientes y como eso puede crear distancia entre ustedes. Pídele que reconozca como su comportamiento te hace sentir, para que puedan reconstruir la confianza y la conexión.
En una relación tóxica, una persona no se está respetando, ni a sus propias necesidades. Tienes opiniones, gustos, disgustos, pero te ignoras, y terminas haciendo algo que no se siente correcto. No quieres herir sus sentimientos o hacerlo enojar. Con el tiempo, esto genera tristeza en un solo lado de la relación, y tus necesidades se vuelven menos visibles, por lo que hace que sean más difíciles de cumplir.
Si ya observaste esta dinámica en tu relación, es necesario que alces la voz para dejar de perpetuar ese comportamiento. Ayuda a tu pareja a tener conciencia del patrón de toxicidad, que incluye detonantes, sentimientos y comportamientos. Expresa tu sentir con tu pareja, y hazle saber que quieres ocupar el espacio que mereces en la relación, y sentirte incluida.
Es fácil reconocer una relación tóxica, cuando uno o ambos, en una relación, se sienten pero consigo mismos cuando están en la relación. Puede ser relacionado a su valía, confianza o imagen corporal. Estar cerca los hace sentir inestables; de hecho, se sienten en un estado de incomodidad constante, buscando ser mejores, porque no se sienten suficientes.
Un amor sano y real, no involucra ningún acto de “ganancias”. Eres lo suficientemente buena, sólo por ser quien eres. Si llegaste a esta etapa de tu relación, las cosas se han erosionado lo suficiente, como para que la ayuda de un profesional de la salud, sea necesaria. En un escenario terapéutico, te ayudan a curar de heridas que ignoraste. Es importante que las parejas aprendan nuevas prácticas de comunicación sana.
Las relaciones tóxicas, suelen involucrar el ahora famoso “Gaslighting”. ¿Qué es eso? Una estrategia que crea cambios sutiles en la dinámica de poder, que busca controlar el movimiento de la relación; El “agresor” hace que la otra persona dude de sus propios sentimientos, tachándolos de exagerados, inapropiados, o fuera de proporción. Si de forma constante, cuestionas tu sensibilidad, o juicio, esto puede desenvolver en una pérdida de confianza total, de ti misma, y tus emociones y pensamientos.
Ten prácticas de autoanálisis, esto puede ser la llave en aprender a confiar en ti misma, y la forma en la que experimentas los hechos. Tu verdad no está puesta a debate. Algunas maneras de lograrlo: toma notas o lleva un diario de lo que detectes como “inconsistencias” entre lo que pasa y lo que te dicen que pasa. Cuando estás completamente presente, y sin dudar de ti o tu reacción, le cuesta mucho más trabajo, a la otra persona, distorsionar la realidad. Hazle saber que su percepción no es lo que tú experimentaste, y que si siguen intentado disminuir tus experiencias, no estás dispuesta a hablarlo, hasta que exista disposición de escucharte.
La crítica constructiva puede ser una forma sana de expresión, en todos los contextos de una relación. Pero, si la crítica sucede de forma habitual y en forma de juicio, eso deja de ser útil, y se vuelve dañino. Hay y habrá “críticos” en todos lados. Cada vez que haces algo, siempre hay un comentario respecto a qué estuvo mal, o cómo pudiste hacerlo mejor.
Para contrarrestarlo, puede ser algo tan sencillo como aprender a expresar la crítica, envuelta en cumplidos. Construir el dialogo en el que ambos puedan escuchar el punto de vista del otro evita que no sea un monólogo.
Las relaciones tóxicas tienen una tendencia a estar llenas de mentiras pequeñas, las famosas “mentiras blancas”, en ambos lados. Si tu pareja tiende a tener reacciones explosivas cuando las cosas no van como él quiere, o cuando no estás de acuerdo, tal vez te acostumbrando a, simplemente, decirle lo que quiere escuchar; lo que buscas es no perder tiempo explicando la verdad.
Una relación sana es una calle de dos sentidos, y la honestidad es un pilar para poder conectar con tu pareja, de manera significativa; y para que puedas expresarte. Cuando sientas que estás a punto de decir una mentira blanca, tómate un momento para considerar lo que pasaría si dijeras la verdad. Si sientes que dudas en mencionar algo o tu instinto te pide evitar la incomodidad, tómalo como una oportunidad para hacerlo. Es el momento perfecto de practicar la comunicación clara, y efectiva, para evitar que estas mentiras se vuelvan gigantes y todo se salga de control.
Lo Más Nuevo