Home > Tips > Cómo soltar el pasado
¿Qué tan seguido sientes que no puedes seguir adelante? Si quieres saber cómo soltar el pasado, estás en el lugar correcto.
Sin importar que tan duro lo intentes, pareciera que estás reviviendo el pasado. Como si estuvieras cargando un peso que te impide moverte. Tus amigas y amigos siempre te dicen que lo dejes ir. Suena tan simple, pero se siente tan difícil. No puedes evitar tener rencor, o sentir que te traicionaron. Cada vez que intentas seguir adelante, el pasado captura toda tu atención.
Aferrarte al pasado es un hábito curioso. Es como tener un maratón de malas películas. Eso es lo que pasa cuando no dejas ir al pasado. Haces que las historias tristes se reproduzcan sin parar. Entre más vuelvas a ver la película de tu vida, más duele. ¿Qué pasa si te digo que puedes detener este proceso? Pero, primero, hay que entender por qué estás atorada en tu pasado.
Índice
1. Deja de perderte en el pasado
2. No dejes que nadie te defina
4. No dejes que tus problemas te definan
6. Ten conciencia de lo que duele, y lo que encadena
7. ¿Qué quieres con tu pasado?
8. Reflexiona cada experiencia
Si no puedes cambiar el pasado, ¿por qué sigues viviendo en él? Según la ciencia, el cerebro maneja la información positiva y negativa de formas diferentes. Las experiencias negativas requieren más pensamiento, y, por lo tanto, se procesan mas a detalle. Esto ocasiona que el cerebro se vuelva mejor para recordar los eventos difíciles.
Reviviendo los recuerdos tristes nos hace sentir como un hámster en una rueda: sin importar cuanto lo intentemos, no podemos avanzar. No puedes cambiar cómo funciona tu cerebro, pero sí puedes entrenarte para bajarte de la ruedita de hámster. Esto requiere cambiar el apego emocional que tienes con el pasado, especialmente las experiencias negativas.
Usualmente nos cuesta trabajo aceptar que alguien nos lastimó. Reconocer un final no feliz nos hace sentir débiles y avergonzadas. Hay un fino balance entre honrar el pasado y perderte en él. Puedes reconocer y aprender de los errores que cometiste, y seguir adelante. Esto es perdonarte. Para seguir adelante, necesitas resignificar tu relación con tu pasado.
Culpar a otros cuando las cosas salen mal nos hace perder el control. Estamos dejando que otros definan los términos de cómo vivimos nuestras vidas. No puedes controlar lo que otras personas hacen, pero puedes controlar la forma en la que reaccionas.
Concentrarte en lo que las personas hicieron, o te hicieron, es una distracción. Retoma el control de lo que puedes manejar, y elige vivir la vida en tus propios términos, no los de alguien más.
Cuando algo sale mal, tendemos a culparnos a nosotras mismas. Nos cuesta mucho trabajo aceptar que cometemos errores, y dejamos que nuestra mentalidad perfeccionista tome el control. ¿Cometiste un error? Esta bien, todos lo hacemos. Aprende a perdonarte. Los errores pueden ser corregidos, no son un destino final, sino un punto que nos prepara para el camino. Debemos aprender de ellos, y seguir avanzando.
Cuando nos atoramos en un problema, se vuelve difícil separar el evento de quienes somos. Por otro lado, también creamos y mantenemos algunos problemas porque nos dan un sentido de identidad. Tus historias podrán haberte formado, pero no definen quien eres.
No dejes que las experiencias amargas se transformen en quien eres. Dejar ir al pasado hace espacio para nuevas historias. Concéntrate en el aquí y el ahora, y haz las paces contigo misma.
Muchas personas no pueden dejar el pasado ir porque no aprecian su presente. Cambiar la relación que tenemos con nuestro pasado requiere que dejemos de pensar en como deben ser las cosas, y aceptarlas por lo que son.
Como dijo el Dalai Lama, “el apego es el origen, la raíz del sufrimiento; por lo tanto, es la causa del sufrimiento.” Soltar el pasado no significa que las cosas no tuvieron un lado positivo. Se trata de recordar los buenos momentos, en vez de permitir que un final infeliz nuble toda la experiencia.
Es más fácil seguir adelante si sabes por qué pasó algo en tu pasado. Es decir, si tienes una idea de lo que contribuyó a que no fuera una buena experiencia. Entender por qué pasó algo en tu pasado puede ayudarte a aprender de ello, y seguir adelante.
Por ejemplo, si te estás aferrando a una mala experiencia porque tienes miedo de hacer nuevos amigos, haber sido traicionada por personas y el miedo a la cercanía con otros podría ser la razón. Saber por qué pasó algo y cual fue la causa te ayudará a tener más información sobre cómo seguir adelante. Te ayuda a concentrarte en lo que es importante soltar.
Mira las cosas que han estado pasado en tu vida, y considera implementarlas en tu vida actual. Podrías intentar aplicarlas a las situaciones que enfrentas. Esto puede explicarse en muchos aspectos de la vida. Por ejemplo, si te enfrentas a la ansiedad social, podrías buscar maneras de hacer nuevos amigos. Entonces, cuando te encuentres a una situación que es similar a lo que te pasó antes, sabrás como enfrentarla.
A veces, es difícil decidir lo que deberíamos hacer con el pasado. A veces, es difícil llegar a una conclusión sobre cómo usar nuestras experiencias y lo que se nos quitó en el pasado. Pero, es importante reflexionar en cada experiencia que has tenido, especialmente si son malas o te arrepientes de ellas.
Reflexionar sobre tus experiencias te puede ayudar a verlas en una luz distinta y saber qué puedes hacer con ellas. Te puede ayudar a ver lo que has aprendido de estas experiencias, y cómo aplicar ese aprendizaje para el presente.
Si hay algo que jamás podrás hacer, es cambiar el pasado. Es importante que recuerdes eso. Lo que sí puedes hacer es intentar averiguar las maneras de seguir adelante y mejorarte, para que no permitas que tu pasado te afecte hoy, o en el futuro. A veces, puede ser más difícil soltar el pasado, porque lo juzgamos demasiado.
Por ejemplo, si te estás aferrando a una mala experiencia, porque no querías que algo pasara, puede ser difícil soltar esa experiencia cuando constantemente la ves desde una perspectiva negativa. Puede ser difícil intentar no juzgar las cosas que están en tu pasado, pero intenta ponerte en los zapatos de otra persona, y piensa en como ellos verían tu situación.
Soltar el pasado puede ser doloroso. Necesitas tomar la decisión consciente de que vas a recuperar el control de la situación. Sin embargo, esto requiere tiempo y práctica, y en algunos casos, ayuda profesional. Se amable contigo misma conforme practicas reconcentrarte en cómo ves la situación, y celebra las pequeñas victorias que tengas.
Lo Más Nuevo