Home > Pareja > Cómo superar una infidelidad
Tema complejo, pero si viviste una infidelidad, aquí te vamos a dar toda la información que necesitas, para superarla, y volver, más fuertes que nunca.
Si te han engañado, conoces el sentimiento: es como si todo tu mundo, colapsara, de repente. Una segunda relación, o un único evento, error de tu pareja, puede hacer un daño inmenso a su relación, tu sentido de valor, e incluso, tu identidad. Incluso si intentaste dejarlo atrás, probablemente sentiste ese golpe familiar, de todo el dolor, regresando, una y otra vez, conforme avanza el tiempo. Dado esto, ¿puede una relación ser arreglada, después de una traición masiva?
Antes de seguir adelante, quiero decirte que lo siento mucho. Siento mucho que estés en esta situación, y que, probablemente, pienses que tu relación ha cambiado, irreversiblemente, hacia algo peor. Es normal pensar que una infidelidad es el fin de cualquier relación, y una vez que sucede, las cosas terminan. Desafortunadamente, esto es cierto para muchos, pero no es una garantía. Con trabajo, y paciencia, este feo episodio no tiene que ser el fin de tu relación. Hay un camino para ambos.
Índice
2. Los principales componentes
3. ¿Cómo curar?
4. ¿Cómo recuperar la confianza?
Un fuerte sentido de confianza, entre tú y tu pareja, es uno de los fundamentos clave para que una relación funcione. Es por esto que una infidelidad, es el fin de muchos: es la más fuerte traición a la confianza. Cuando alguien es infiel, toman la egoísta decisión, con cero preocupaciones por los sentimientos de su pareja.
Ser quien recibe la noticia, es increíblemente doloroso, y lo que lo vuelve peor, es que la fuente de ese dolor, es el lugar que menos esperarías. Confiaste en tu pareja, y te lastimó. Es un gran reto que superar, si quieren quedarse juntos.
Reconstruir la confianza, después de una infidelidad, requiere de mucho trabajo, y tiempo, y es un proceso tan lento, que puede ser imperceptible. El primer paso en el proceso es manejar tus expectativas: ¿qué tendría que hacer tu pareja, para arreglarlo todo? ¿Te imaginas confiando de nuevo? Tener estas metas en mente es importante, pero tienes que aceptar que no vas a llegar al objetivo, en un rato.
Está de más decir que reparar los daños que causa una infidelidad, es un proceso que los involucra a los dos. Sin embargo, nos vamos a concentrar en tu lado de la ecuación, para que sepas prepararte, mentalmente, para el proceso.
Aceptar que va a tardar es el primer paso, pero hay otras cosas que te ayudarán a tener paciencia, mientras navegas este periodo complicado. El proceso toma mucho trabajo, y es importante estar al pendiente de los focos rojos, para no estar perdiendo tiempo.
Si ya decidiste que quieres seguir adelante, hay tres componentes que debes tener en mente: Debes curarte a ti misma, debes recuperar la confianza en tu pareja, y, debes saber cuándo es hora de marcharte, y dejar de pelear por algo que no tiene solución.
Después de la infidelidad, es fácil perderse en la explosión inmediata. ¿Qué significa para su relación? Es natural, pero suele hacerte ignorar un elemento clave: ¿Qué significa para ti? Una infidelidad es devastadora, y es fácil ignorar lo profundo que puede cortar. Si quieres seguir adelante, necesitas la fuerza para hacerlo, lo que significa que debes curar tus propias heridas, antes de sanar la relación. Asegúrate de tomarte el tiempo de curar, y abordar el autoestima herido.
Muchas veces, una persona se siente “imposible de amar”, o incluso, culpable, cuando alguien la engaña. Obviamente, esto no es verdad, pero eso no hace que se sienta menos feo. Viene de un sentimiento de auto-valor, gravemente herido, y vas a tener que reconstruirlo, si quieres escapar del sentimiento.
Como ya mencionamos antes, es un proceso largo, y difícil. Muy difícil. Ya que debes ser muy paciente, mientras reconstruyen la relación, lentamente, puedes medir como van las cosas, al comunicarte abiertamente, y frecuentemente. Esto te permite estar al pendiente de las cosas que sanan la confianza: respeto, honestidad, y consideración por el otro.
Tener claridad sobre lo que sienten, es vital, no sólo por los beneficios de expresar tus emociones, sino que es una oportunidad de medir que tanto eres respetada, y que tan perceptiva es tu pareja a todo el tema. Tener un constante proceso de comunicación, refuerza la dinámica, y le puede dar un impulso a la confianza, mientras ambos procesan la situación.
A estas alturas, puede que pienses que este componente no aplica contigo, ya que, tu pareja, y tú, ya decidieron seguir adelante, y reiniciar su relación. Sin embargo, hay una paradoja interesante aquí: Estar dispuesta a macharte, aumenta la probabilidad de que se queden juntos. ¿Cómo es eso posible? Bueno, todo se reduce a ser asertiva con tu valor, e identidad. Esta relación no debería definirte, así que, si quieres mantenerla, tienes que estar segura de que, sin ella, estarías bien.
Estar dispuesta a marcharte, significa que estas siendo honesta contigo misma, respecto a cómo eres tratada. Si no estás dispuesta a marcharte, hay muy poca responsabilidad por los cambios necesarios para que la relación regrese, más fuerte que antes. Esto no significa que tu pareja vivirá caminando en una delgada capa de hielo, con la eterna amenaza de tu partida. Esto es algo que necesitan llevar dentro de ustedes, y estar listos a usarlo, si es necesario.
La señal más obvia de que es momento de marcharte, es si la infidelidad sigue pasando. Si tú sospechas que te mienten, que la otra relación no terminó, o que aún hay más “errores”, tienes que aceptar que no vale la pena el esfuerzo. ¿Las señales más sutiles? Falta de arrepentimiento, presión para que lo superes, frustración con tu dolor, irritabilidad ante la mención de la infidelidad. Esto es la manifestación de una actitud que pone tus sentimientos en segundo plano.
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