Home > Pareja > Consecuencias de una relación tóxica
Las relaciones tóxicas te cuestan más de lo que crees. Si quieres conocer las consecuencias de una relación tóxica, tienes que leer esto.
Todas sabemos que una relación tóxica es un tema desagradable. Pero, arriesgándome a sonar un poco dramática, pero siendo totalmente honesta, también es cierto que las relaciones tóxicas afectan tu salud mental, y no en el buen sentido. Esto es porque este tipo de relaciones son muy estresantes, y pueden atacar tu autoestima y confianza de distintas maneras.
Lidiar con una relación tóxica se puede volver un ciclo vicioso para el cerebro y el cuerpo. Cuando te sientes mal, tienes menos recursos emocionales para lidiar con una persona tóxica, potencialmente permitiendo que siga el mal trato.
Esto te estresará y te hará sentir aún peor. Entre más cerca esté la persona tóxica de ti, emocionalmente y físicamente, más probable es que pueda afectarte de manera significativa, y continua.
Así que, si dudabas de sacar a ciertas personas tóxicas de tu vida, recuerda tomar en cuenta tu salud mental. No sólo sufres de manera emocional, sino que también en aspectos físicos. Y si tuviste una relación tóxica en tu vida por un tiempo, hay consecuencias que te afectarán, incluso después de haber terminado la relación.
Índice
3. Perdiste tu sentido de ti misma
4. Miedo de elegir a la persona incorrecta, de nuevo
6. Hambre y miedo por la intimidad
7. Prefieres caos antes que calma
8. Te sientes desconectada y sola
10. Te recuperas, y sigues adelante
Después de lidiar con una relación tóxica, es común que te culpes a ti misma por lo que sucedió. Puede que sientas que tu fuiste la causante de los problemas de la relación, o como mínimo, es tu culpa por enamorarte de alguien que era tan equivocado para ti.
Incluso, es posible que parte de ti crea que, si hubieras tomado decisiones más asertivas y sabias, la relación aún existiría hoy, y tal vez sin todo el equipaje tóxico. Es importante recordar que las relaciones así requieren de dos personas para mantenerse.
Mientras que sí tienes responsabilidad en ciertos aspectos de los problemas en tu relación, definitivamente no eres la única responsable. No sólo eso, pero nunca, NUNCA eres responsable de los comportamientos abusivos o manipuladores de otras personas.
Las relaciones tóxicas pueden crear una tormenta de emociones, y cuando la relación termina y todo se calma, puede que te des cuenta que aún te afecta porque, de hecho, no sientes nada. No estás feliz o triste, sólo adormecida. Es normal sentir este adormecimiento emocional de manera temporal, después de salir de una relación así.
Conforme empiezas a recuperarte, y recoger las piezas de tu vida, lentamente empezarás a notar que tus sentimientos, tanto los agradables como los desagradables, empiezan a regresar a su curso normal.
Nuestras identidades se pueden enredar en las relaciones tóxicas, especialmente si las personalidades e intereses se moldearon a tu ex. Ahora, sin esa relación, estás perdida, y preguntándote quien eres en realidad.
Esto puede ser atemorizante, pero es una fase constructiva en la cual te encuentras. Probablemente no eras la mejor versión de ti cuando estabas con él, pero ahora tienes la oportunidad de reclamar y reinventar quien realmente eres.
Las personas no vienen con una etiqueta de advertencia. Si así fuera, el mundo de las citas sería mucho más fácil. Mientras que las personas tóxicas pueden tener focos rojos al inicio de la relación, otros son maestros manipuladores, haciendo que sea casi imposible detectar su toxicidad, hasta mucho después. Confía en que hiciste lo mejor que pudiste hacer, y que eres capaz de tomar mejores decisiones para tus relaciones futuras.
Después de una relación abusiva, puede que te cueste trabajo confiar en tu propio juicio. Si fuiste víctima del Gaslighting a manos de un ex tóxico, es común que empieces a internalizar sus palabras, y a dudar de todo lo que piensas o sientes.
Puede que te creas demasiado loca como para ser signa de confianza, o que eres demasiado sensible, o que sobre analizas las cosas. Entonces, cuando empiezas a tener citas, puede que bloquees las señales que tu intuición te intenta comunicar, eligiendo poner una fe ciega en la persona nueva, en vez de en ti misma.
Después de quedar seriamente lastimada por tu pareja anterior, la vulnerabilidad puede llegar a parecer un enemigo. ¿Qué pasaría si te abres y te acercas, sólo para salir herida de nuevo? Sin embargo, esto no significa que evitas las relaciones por completo.
Pero cuando empiezas a salir con alguien nuevo, puedes llegar a sentir que cambias entre frío y caliente, buscando esa cercanía, pero al mismo tiempo, alejándola poco tiempo después.
Puede que, de manera inconsciente, gravites hacia las relaciones tóxicas, después de haber estado en una, porque encuentras familiaridad. Las constantes subidas y bajadas, la persecución, el sentimiento de recompensa cuando la otra persona, por fin, te da un poco de atención.
Te mereces algo mucho mejor que esto, pero una relación sana y calmada te hace sentir fuera de lugar, e incómoda. Esta es una respuesta normal después de una relación traumática, pero es una respuesta que vale la pena intentar cambiar.
Las relaciones tóxicas suelen involucrar enredos, donde no hay límites claros o separación entre ambas personas. Mientras estabas en tu relación tóxica, fuiste negligente con tus amistades, y de la misma manera, ciertas amistades tomaron la decisión de distanciarse, especialmente si no estaban de acuerdo con tu relación.
Incluso si este no es el caso, es típico sentirte desconectada y sola, después de salir de una relación tóxica. Puede que creas que las personas no pueden entender lo que estás pasando, o que te juzgarán o se aprovecharán de ti, como lo hacía tu ex tóxico.
Es común recurrir a encuentros casuales después de una mala ruptura. Pero esto es especialmente cierto si estuviste en una relación tóxica, y conformarte con conexiones superficiales podría llegar a convertirse en un hábito a largo plazo.
Una característica común de las relaciones tóxicas es que hay un fuerte desequilibrio de poderes. Por esta razón, podrías sentirte desesperada por recuperar el poder, o ejercer ese poder sobre otros. Para lidiar con ello, te vuelves una rompe-corazones. Esto no siempre es algo negativo, pero cuando se trata de sanar después de una relación, es una distracción que no durará mucho tiempo.
Las relaciones tóxicas pueden quedarse, incluso después de terminar. Pero, eventualmente, empezarás a notar que te sientes libre y empoderada para explorar otras opciones, ya sea disfrutar de la vida de soltera, o salir con personas mejores.
La verdad es que tu relación tóxica puede seguir afectando. Tienes un puñado de recuerdos y experiencias envueltas en esas relaciones, que a veces, no puedes dejarlas en el pasado. Pero puedes usar esto a tu favor.
A veces, se necesita estar en una mala relación, o varias, para finalmente aprender que te mereces algo mejor. Y, a veces, encontrar a la persona correcta significa aprender a evitar a las equivocadas. Sin importar en que etapa estés actualmente, después de salir de tu relación, confía en que hay un futuro brillante, y libre de toxicidad, esperándote ahí afuera.
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