Home > Pareja > Debo bloquear a mi ex
Es una sugerencia que has escuchado antes, pero no sabes si deberías hacerlo. ¿Debo bloquear a mi ex? Estas son las razones correctas.
Bloquear a tu ex, ¿es buena idea, o es algo de lo que te podrías arrepentir? La verdad es que todo depende de tu situación particular. Cuando terminas con alguien, definitivamente hay circunstancias donde podrías querer cortar contacto por completo. En este artículo te voy a decir con que situaciones es mejor que termines por bloquear a tu ex.
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2. Le pediste espacio, y no hizo caso
Si tu ex te ha estado mandando mensajes groseros, enojados, o sin detenerse, por favor, bloquéalo. No tendrías por qué exponerte a una gama de insultos de parte de alguna persona. El ocasional intercambio acalorado de palabras entre dos personas, después de terminar, es bastante común. Después de todo, los sentimientos están a tope, y somos seres humanos.
Sin embargo, si tu ex está vertiendo todo su enojo y dolor en ti, de una manera nada razonable, no tienes por qué aceptarlo. Podrías darle una advertencia, pero por favor, debes saber que es totalmente razonable y válido querer protegerte de este tipo de acoso. Aunque no lo queramos aceptar, los teléfonos y las redes sociales crean muchas ventanas a tu vida. A veces, necesitas poder cerrar esas ventanas para ciertas personas.
El final de una relación es doloroso, y por esta razón, las personas lidian con ello de diferentes maneras. Lo que una persona siente que necesita, puede ser totalmente diferente de lo que otra persona quiere. El ejemplo perfecto es esta situación. Tu quieres espacio, el quiere mantener contacto.
Yo tuve un ex que era una buena persona. Yo sabía que se preocupaba por mí, y yo sentía lo mismo. Pero, el problema era que yo realmente necesitaba espacio para curar después del fin de la relación, y el quería mantener la amistad. Ambos puntos eran válidos.
Sin embargo, él no me estaba escuchando. Yo no quería hablar con él, ni quería saber de él, al menos por un tiempo. Pero el seguía apareciendo cada semana, mandándome mensajes. Y cada que lo hacía, me dolía mucho. Le expliqué mis deseos más de una vez, pero era como si no pudiera escucharme.
Tal vez estás en una situación así, y te preguntas si deberías bloquearlo o ignorarlo. Yo diría que todo depende de qué tan doloroso sea para ti, y que tan persistente sea él. Sólo tu puedes juzgar tu situación. Si se niega a darte tu espacio, bloquearlo es una muy buena opción.
Las circunstancias de cada relación y ruptura son distintas. Hay quienes terminan en buenos términos, y quienes no. Pero hay momentos en que, por alguna razón, sabes que necesitas empezar de cero, y darle un punto final a tu relación anterior.
Por ejemplo, tal vez estás en una de esas relaciones que terminan y regresan, sólo para volver a terminar y regresar, y seguir con ese ciclo. En situaciones así es buena idea bloquear a tu ex, no por malicia, sino porque quieres espacio para ti misma.
Probablemente esté de más decirlo, pero lo diré de todos modos: Si te sientes amenazada por tu, de cualquier forma, es mejor bloquearlo. De todos lados. Bloquéalo en tu teléfono, en WhatsApp, en Instagram y TikTok, y cualquier otra red social. Si tu relación era totalmente tóxica y lograste salir, entonces debes bloquearlo y voltear a atrás.
No le debes nada, especialmente si te hace sentir en peligro. En vez de potencialmente sentirte atraída a un intercambio venenoso o mensajes abusivos que sabes que empezarán en algún momento, bloquearlo es un movimiento preventivo para mantenerte a salvo. Si piensas que es posible que un comportamiento desagradable va a ocurrir, es mejor estar equivocada pero precavida.
No hay nada mal con cuidar de ti misma. Algunas situaciones pueden llegar a ser demasiado. Las rupturas, por ejemplo, son una de las experiencias más difíciles a las que nos enfrentamos en la vida. Vivir con el desgaste emocional de una separación es bastante difícil, y en algunos casos, tienes que hacer todo lo posible por intentar lidiar con ello.
Si eso significa bloquear a tu ex porque te haría sentir mejor, que así sea. Creo firmemente que, durante los tiempos difíciles, es de mucha ayuda volverte tu propia mejor amiga y aliada. Esto no significa justificar comportamientos o llevar a cabo actitudes egoístas, sólo porque quieres. Pero sí significa revisar contigo misma respecto a tus propias necesidades y permitir que esas necesidades vengan primero, de forma razonable.
Formar parte de la vida de alguien es un privilegio, no un derecho. Y puede que decidas, con justificación, quitar ese privilegio. Tu ex te engañó, o mintió, o te trató mal. Hay muchas razones por las que ya no quieres que esté cerca. Su acceso a tu vida, tus redes sociales, o tu teléfono, merece ser revocado porque no merece tenerlo.
Bloquear a alguien y cortarlo de tu vida, en el proceso, puede ser una forma muy sana de establecer y respetar tus límites. Cuando alguien se pasa de la raya, y sabes que quieres que desaparezca, bloquearlo puede ser de gran ayuda.
Todas hemos vistos esos mensajes en redes sociales que revelan el conflicto que una persona tiene con otra. Esos posts con “indirectas” tan obvias, que es como si hubieran etiquetado a la persona de la que hablan.
“Hay personas en las que no puedes confiar, y siempre te apuñalan por la espalda. Lección aprendida”. O tal vez aparezcan en forma de una frase motivacional o inspiradora, “No todos aprecian lo que haces por ellos. Tienes que saber quien vale la pena, y quien sólo se está aprovechando”.
Sea como sea, si está diseñada a hacerte sentir celos, culpa, frustración o dolor, tu ex está intentando manipularte de manera indirecta. No necesitas ese dolor extra. Así que, en vez de someterte a esos intentos pasivo agresivos de llamar tu atención, es mejor bloquearlo.
Aunque sea doloroso, sabes que es lo mejor para ti. Pero es inevitable que sientas que estás siendo una “mala persona”, o te sientas culpable de querer bloquearlo. Es admirable que te detengas a pensar en las implicaciones de tus acciones a otros, y sugiere que no lo estás haciendo por malicia. Tal vez sólo necesitas aseguración de que tienes el derecho de poner tus necesidades antes.
Especialmente cuando tu deseo viene de un lugar correcto, en vez de venir desde la venganza o el enojo. Cuando lo haces por tu propio bien, es la decisión correcta, y válida. Al final del día, con la única persona con la que tienes que justificar tus acciones es contigo misma.
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