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¿Los focos rojos son suficiente para dejar una relación? ¿Qué tan graves tienen que ser? Aunque la frase “Focos Rojos” está de moda, es un tema importante que no puedes dejar pasar. En éste artículo te decimos los más grandes focos rojos en una relación de pareja.
La gente habla mucho sobre los famosos “focos rojos” en una relación, pero, ¿qué significa eso, exactamente? ¿Todos los focos rojos son iguales para todos? Y lo más importante: ¿Son suficientes para terminar con una relación? ¿Se puede solucionar algo antes de que sea tarde?
Si, son muchas las preguntas que pueden surgir, relacionadas a este tema. Este artículo te ayudará a responderlas todas. Y también, enseñarte cuales son los focos rojos más comunes en una relación, y de los que te tienes que cuidar.
Índice
11. Falta de intimidad emocional
En cualquier contexto, un foco rojo es una señal para detenerte. EL color rojo se usa para detener un partido de cualquier deporte cuando hay una falta, se usan en las carreras como señal de que algo peligroso está en la pista. Y la más obvia, cuando vas en tu coche y tienes que detenerte.
En una relación, un foco rojo es una señal de que, probablemente, una persona no puede tener una relación sana, y seguir con ella puede ser emocionalmente peligroso. Es importante hacer notar que un foco rojo en una relación puede no ser obvio, o visible a primera vista. Algunos focos rojos tardan tiempo en salir a la luz.
Si tu pareja muestra cualquiera de los siguientes focos rojos, es momento de tener una conversación seria, tanto contigo misma, como con tu pareja, sobre su futuro juntos. Aunque existen escenarios diferentes y hay espacio para tolerancia, un foco rojo indica un problema profundo que la otra persona tiene que solucionar, para poder tener una relación sana contigo, o con quien sea.
Una diaria o no saber parar hasta perder la conciencia es un fuerte foco rojo. Usar cualquier substancia como muleta para sobrellevar el día a día, la semana, o un momento complejo en la vida es digno de preocupación.
Si cualquier substancia impacta la vida de tu pareja de manera negativa (su trabajo, relaciones o salud) es una clara señal de que tu pareja aún no ha encontrado la manera de lidiar con cualquier cosa sin alterar su estado mental. “Recreativo” es muy diferente a “dependiente”.
Alguien que explota de manera abrupta y violenta, ya sea contigo, una persona cercana, un extraño o hasta un animal, es un serio foco rojo. Es un indicador de que no ha desarrollado una manera sana de canalizar sus emociones de forma apropiada. También puede ser un indicador de falta de empatía con otras personas.
Si sus metas a futuro son muy diferentes, tal vez es señal de que deben terminar las cosas. Aunque esto puede no parecer un foco rojo para una relación que empieza o ambos son muy jóvenes, si es un tema importante a tratar cuando las cosas van en serio.
Si, por ejemplo, tu chico siempre dice que no quiere casarse o tener hijos y es algo que está en tus planes, créele. También cuenta cambiarse de ciudad o país, manejo económico, etc.
Un foco rojo súper común, los celos y la desconfianza. Comúnmente, el foco rojo de una pareja muy insegura puede pasar como cariño y atención, al inicio de la relación. Pero debajo de todo ese cariño, hay un problema de control. Si ves al pasado, es fácil reinterpretar esas demostraciones de afecto y atención constante como un desesperado grito de inseguridad.
Una relación necesita confianza para ser exitosa. Si tu pareja tiene una larga lista de infidelidades, es importante avanzar con cautela. Aún si tu pareja ha demostrado un cambio, debes preguntarte si te sientes cómoda continuando con la relación, sabiendo que ha engañado antes.
Bien dicen que “lo que no pasó en tu año, no te hace daño”; y eso es cierto para muchas personas. Pero, si no puedes borrarlo de tu cabeza por completo, debes reconocer que, este factor, va a afectar tu habilidad de confiar en tu pareja por completo.
Una pareja controladora en cualquier sentido, seguramente tiene problemas personales en los que debería trabajar. Replantea tu relación con tu pareja si intenta controlar a quien ves, con quien hablas y a dónde vas. En qué gastas tu dinero, lo que haces en internet, cómo te ves, lo que comes, e incluso, cómo te vistes.
Hablar de relaciones pasadas es común, en especial cuando recién empiezas a salir con un chico/a. Sin embargo, debes poner especial atención al lenguaje que tu pareja usa cuando habla de las chicas con las que ha salido antes. Éste tipo de lenguaje desvía toda responsabilidad y demuestra una falta de respeto a las personas por las que, en algún momento, tuvo sentimientos reales.
Si tu pareja describe a sus exes como unas locas, en lugar de tomar su respectivo 50% de responsabilidad por cualquier locura, hay una fuerte posibilidad de que tú te vuelvas su siguiente “ex loca”.
Si a tu pareja le cuesta trabajo hacer y mantener una relación con amigos, eso significa que también les va a costar trabajo conectar, como pareja. Intenta entender la razón por la que a tu pareja le cuesta establecer conexiones con otros. Si descubres que desvía el tema, nunca es culpable de nada, o le falta determinación, es probable que te topes con el mismo trato en tu relación.
Éste foco rojo se relaciona mucho con el anterior. Cuando una pareja no tiene otras relaciones personales, hobbies o metas, es una receta perfecta para una relación tóxica. Si cada persona tiene un sentido de sí misma, puede enriquecer la relación y su lazo. Si alguien depende de ti por completo para su bienestar y entretenimiento, esto puede llevar a una sensación de asfixia, resentimiento e infelicidad.
Una de las mejores partes de una relación es conectar tu pareja de manera profunda y auténtica. Para algunos, la intimidad emocional es todo un reto, pero siempre debe ser la meta final. Una persona que no muestra interés en abrirse y generar ese vínculo con su pareja, está firmando la sentencia de muerte para su relación.
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