Home > Pareja > Los celos son inseguridad
Los celos son de los sentimientos más comunes en una relación. Sin embargo, hay quien dice que los celos son inseguridad. Descúbrelo.
Celos. Todas los hemos sentido, y todas hemos estado con alguien que los ha sentido, en algún punto. Nuestra sociedad tiende a embellecer los celos. Pensamos que es lindo cuando una persona siente celos, porque lo vemos como una señal de amor y de afecto, y no como una señal de posesividad. Pero, entonces, ¿qué son en realidad?
Creo que hay dos tipos de celos. Los celos sanos, que vienen de la necesidad de cuidar a las personas que amamos. Es la preocupación que llega cuando vemos una amenaza potencial, pero podemos manejarlos por nuestra cuenta, y decirnos que el miedo que estamos sintiendo es totalmente racional, pero no es algo que nos impida convivir o seguir con nuestras vidas. Este tipo de celos es perfectamente normal. Después de todo, somos humanas.
Sin embargo, si existen comportamientos celosos nada sanos. Estos comportamientos suelen tener su raíz en el miedo. Si creemos y nos identificamos con el miedo, nos lleva a actuar con impulsividad desde un lugar de sospecha, e inseguridad. Nos ciegan, y de pronto, estamos en modo supervivencia.
Cuando este es el caso, es una señal de que, antes que nada, tenemos algunas heridas emocionales que tienen que sanar primero. Este es el tipo de celos que no pueden ser normalizados. Los celos pueden crecer rápidamente, y transformarse en paranoia, y destruir la misma relación que tememos perder. Así que, ¿qué es lo que realmente está detrás de los celos, y cómo deberíamos lidiar con esto?
Índice
1. La psicología detrás de los celos
3. Cuando las cosas se voltean
Los celos pueden ocurrir en cualquier relación humana, desde amigos, hasta hermanos y compañeros de trabajo. Es una compleja emoción que suele ser acompañada de muchas otras emociones y pensamientos. Como el amor mismo, los celos son multidimensionales, involucrando otros sentimientos (ansiedad, enojo, miedo), pensamientos (“me va a dejar por esa persona; la ama más que a mi”) y comportamientos (confrontaciones; espiar a la pareja).
Características como la baja autoestima, dependencia emocional, neurosis, sentimientos de inadecuación, e inseguridad. Todo esto ha sido relacionado con los celos.
En mi caso, solía ser extremadamente celosa, debido a mis problemas de abandono. Sin importar lo amorosa y cariñosa que pueda ser tu familia adoptiva, ser abandonada desde el nacimiento tiene serias consecuencias psicológicas. Además, en mi primera relación, fui usada y desechada como si fuera nada, que sólo reforzó mi miedo al abandono.
Dos años después, finalmente decidí bajar la guardia, y me permití entrar a una relación. Pasé cada segundo de esa relación sintiendo miedo. Miedo a ser usada, a que me fuera infiel, y al final, miedo a ser abandonada de nuevo. Constantemente estaba intentando encontrar las señales de alerta que no había visto con mi pareja anterior.
Aunque había una voz dentro de mi que me decía que estaba siendo paranoica, la voz del miedo era más fuerte. Todo era una amenaza. Cada persona, cada mensaje, cada llamada telefónica. Estaba cegada por mi preocupación y ansiedad.
Creo que el mejor mecanismo para lidiar con tu emoción es encontrar y sanar la causa raíz. Sin importar que tanto te esfuerces en implementar cambios prácticos a tu comportamiento, si no tratas la raíz del problema, los síntomas siempre estarán ahí.
Pregúntate: ¿Por qué siento celos? ¿La amenaza es real, o imaginaria? Lo más probable es que todo esté en tu cabeza. Esto significa que es hora de encontrar las heridas emocionales que te llevaron a los celos. ¿Te abandonaron antes? ¿Te fueron infieles? ¿Cómo dirías que es tu autoestima? ¿Tienes un estilo de apego ansioso?
Si la amenaza es real o justificada, diría que tienes una decisión que tomar. Por ejemplo, si tu pareja fue infiel y traicionó tu confianza, o si estás involucrada con alguien que no busca una relación de monogamia como lo haces tú, entonces, es muy probable que lo mejor para ti sea dejar la relación. Recuerda que tu eres el amor de tu vida. Por lo tanto, tienes que cuidar del amor de tu vida.
Para empezar a trabajar en tus celos, hay algunas recomendaciones que los profesionales de la salud mental suelen darles a las personas en busca de respuestas relacionadas a sus propios celos. Primero, tienes que evitar las situaciones que probablemente te generen sospechas falsas, como sería revisar el correo de tu pareja, su cuenta de redes sociales, o su teléfono.
También es muy recomendable trabajar en ti misma. La idea es construir tu confianza en ti misma, y como resultado, también la confianza en tu relación. Además, tienes que saber comunicarte con tu pareja. Explícale de manera calmada tus sentimientos, y discutan cómo encontrar la solución. Sin embargo, hay algo importante que tomar en cuenta. Hablar de lo que sientes no significa acusar a tu pareja, o hablar de una manera hostil o sarcástica.
Si tu pareja esta demostrando comportamientos de celos, tienes que darte cuenta de que, probablemente, esto se trate más de él, que de ti. Dale seguridad sobre tus sentimientos, y ayúdalo a encontrar la fuente de su problema, con paciencia. Sin embargo, tienes que recordar que, al final del día, es SU responsabilidad arreglar su desastre emocional, no la tuya. Sólo eres responsable de lo que te corresponde, y nada más.
Al final del día, dependiendo de la situación, podría existir la posibilidad de que haya algo que tú haces, o hiciste en pasado. Sin embargo, es más común que el tema tenga que ver con las inseguridades de tu pareja, o su sentido de autovalor.
En estos casos, ambos tienen que tener la disposición de hacer cambios y encontrar equilibrio. En mi caso, sólo pude cambiar mis comportamientos celosos cuando empecé a confrontar mis problemas con el abandono. El camino a la curación ha sido largo y doloroso, pero también ha sido extremadamente liberador.
De vez en cuando, sigo sintiendo inseguridad, pero no de una manera dañina, y mi pareja y yo siempre trabajamos juntos por encontrar una solución. Los celos son parte de las relaciones humanas. Pueden ser manejados con madurez, y pueden ser usados como ventaja, de una manera que fortalezca su relación.
Es cuando empezamos a actuar sobre estos sentimientos de celos que las cosas se vuelven dañinas, y potencialmente destructivas. Las personas en relaciones felices y comprometidas dejan ir la necesidad de marcar su territorio, o alejar a “la competencia”, porque hay confianza entre ellos. Claro que pueden llegar a sentir miedo a perder a su pareja, pero saben que el miedo no es real.
La pregunta es: ¿Controlas tu miedo, o te controla a ti?
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