Home > Pareja > ¿Por qué fui infiel si amo a mi pareja?
¿Por qué dejé que esto pasara? ¿Por qué fui infiel si amo a mi pareja? Todas estas respuestas y más, aquí mismo.
Es muy fácil asumir que todos los infieles son villanos, rompiendo los corazones de los inocentes, para dejarse llevar por sus malignos y lujuriosos deseos. Pero siempre hay otro lado a cada historia.
Una vez que fuiste infiel, el primer paso es decidir si le vas a decir a tu pareja, o no. Esto dependerá de la situación, pero generalmente, muchos expertos dicen que deberías guardártelo, en caso de que no pretendas repetirlo, y no creas que tu pareja se dará cuenta.
El siguiente paso sería decidir si quieres terminar tu relación, o trabajar en repararla. De cualquier manera, entender por qué fuiste infiel es un buen punto de partida. No pudiste evitarlo, en el momento se sentía bien, pero ahora, se siente muy mal.
Aunque está de más decir que una infidelidad en una relación monógama es un golpe devastador al ego y al corazón, siempre hay otro lado para esta trágica historia. El tuyo.
Índice
2. ¿Qué dice la infidelidad de ti?
3. No lo sé
7. Tienes una conexión genuina con alguien más
En la monogamia, se considera una infidelidad un acto intimo con cualquier otra persona que no sea tu pareja. Ya sea que seas una novia, esposa, no importa. Engañar es engañar. Habiendo dicho esto, en cualquier relación monógama, las reglas se establecen entre tu y tu pareja. Lo que podría ser infidelidad para algunas personas, podría no serlo para otras.
Contrario a los cientos de canciones de ruptura, desde el punto de vista de la víctima, que te harán sentir como un monstruo, la verdad es que no lo eres. Hay muchas razones muy complejas por las que las personas deciden ser infieles. No dejes que te hagan creer que por el hecho de que fuiste infiel, automáticamente te vuelves una persona malvada.
A veces, es mucho más fácil ser la víctima que el perpetrador, especialmente si eres una persona genuinamente buena, que cometió un error. Aquí no se trata de buscar culpables. Al final del día, hiciste algo engañoso, y el engaño de cualquier tipo no es algo ideal. Y apesta, para todos los involucrados.
Sin embargo, lo que hiciste si dice algo de ti. Es una clara señal de que algo en tu mundo interno (creencias, valores, emociones) no está alineado con tu mundo externo (la relación en la que estás). Si sigues pensando, “claro, pero, ¿por qué fui infiel? No te vayas aún.
Esto podría ser verdad, pero no por completo. En realidad, nunca pensaste ser el tipo de persona que sería infiel. Cuando ves hacia atrás y te das cuenta de los errores que cometiste, parecieran algo que hizo alguien más, y no te reconoces a ti mismo. Así que si, de cierta manera, no sabes por qué.
Sin embargo, para la mayoría de las parejas que fueron engañadas, esto no es suficiente. “Mi pareja destruyó mi confianza y paz mental, nuestra relación, nuestro futuro, y está poniendo una barrera para no llegar a la verdad. Debe haber algo en su mente como para causar este daño”.
Y si, si esta es tu respuesta, aún no estás lista para enfrentar la realidad. Verás, una persona que toma la decisión de cualquier cosa, siempre sabe por qué lo hace, sólo que no se ha tomado el tiempo de detenerse, analizar, y confrontar. Como seres humanos, solemos ignorar los sentimientos y creencias que nos incomodan, y que están dentro de nosotros. Afortunadamente, tienes a IdeasConsejos para ayudarte.
Ustedes dos no se estaban llevando tan bien. Cuando te detienes a pensarlo, es muy probable que no te hayas sentido feliz por mucho tiempo. Te sentías molesta, ignorada, y dada por hecho. La intimidad física era aburria, o no existente. Todo esto podría ser muy cierto, pero tu pareja sentirá que lo estás culpando.
Sin embargo, esta es una de las razones más comunes, pero menos aceptadas. Porque, estamos de acuerdo que amas a tu pareja, y no querías terminar su relación. Sin embargo, definitivamente no te sentías bien en tu relación.
Tu nivel de autoestima dicta cada decisión que tomas en todos los momentos de tu vida. Y aunque muchas veces escuchamos que hay que saber amarnos, la realidad es que muchas personas tienen la autoestima aplastada en el pavimento.
Y esto es algo bastante complicado. Nacimos en un mundo que siempre nos recuerda lo que nos hace falta, lo que nos hace imperfectos. Es natural que hayas sentido que ese inmenso hoyo de inseguridad fuera llenado por una dosis de validación extra.
Te guste o no, todos tenemos necesidades. Y en una relación romántica, tenemos una tonelada de ellas. Necesitamos apoyo, intimidad, validación, emoción, crecimiento, aventura, comodidad, seguridad… y la lista sigue y sigue.
Y cuando una de las necesidades que consideramos más importante no está satisfecha por una persona que, en teoría, nos tenía que cumplir, podríamos ir a buscarlo a otra parte. Hay personas que ahogan su necesidad de intimidad con una clase de Zumba, o una caja de donas y chocolate, para adormecer el sentimiento. Algunas, dada la oportunidad inesperada, lo encuentran en alguien más. Y, voilá, antes de que lo sepas, engañaste a una persona que amas, y que nunca pensaste engañar.
Si, si puede pasar. Y por favor, tenemos que dejar de creer que sólo se puede amar a una persona a la vez. Nada de “si amas a alguien más, nunca amaste a la primera persona”. No, no funcionan, así las cosas. Y si eso crees, ve y platica con una relación poliamorosa, y diles que no se aman.
Es completamente posible enamorarse de alguien más, sin dejar de amar a tu pareja. No elegimos de quien nos enamoramos, son cosas que suceden. Y si, esto no deja de significar que cometiste un error, pero las emociones no son algo que se pueda negar.
Tuviste una temporada difícil, tal vez perdiste tu trabajo y no lo manejaste muy bien, o tal vez hay problemas familiares que te hicieron sentir muy decaída. Tal vez tu pareja ha estado totalmente absorbida por el trabajo, y te sientes ignorada; y, por lo tanto, vulnerable. Esta opción podría ser parte de un panorama mayor que encendió la chispa de la infidelidad.
Como dije antes, una infidelidad no te hace una mala persona, pero si es un indicador de que algo no anda bien en tu relación, o en tu vida. Así que, si puedes confrontar lo que no anda bien, lo más probable es que, como individuo, salgas de esta experiencia con más fortaleza y aprendizaje.
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