Home > Pareja > ¿Por qué mis relaciones de pareja duran poco?
Para que una relación resista, necesitan estar comprometidos y dispuestos a trabajar por ello. Pero, hay casos en los que, por más que lo intentas, tus relaciones no son las más duraderas. ¿Por qué te está pasando esto? ¿Tienes mala suerte con el amor? Probablemente sea algo un poco más profundo. ¿Quieres conocerlo? Lee este artículo.
Es muy fácil llevarse bien, cuando la relación va empezando. Al principio, cuando empezamos a enamorarnos, sólo vemos lo mucho que nos complementamos, y lo maravillosa que es nuestra nueva relación. Vemos lo que tenemos en común, no lo que nos hace diferentes. “Nos gusta la misma música, la misma comida; somos perfectos, el uno para el otro” Una unión, se siente como una sola persona, un “nosotros”
Sin embargo, la primera vez que las diferencias se vuelven evidentes, se siente como una gran traición, porque marca el momento en el que nos estrellamos en la realidad de ser dos personas, con pensamientos y creencias diferentes.
Esta realización puede ser difícil. No es raro que esta experiencia sea la que desata las primeras peleas. Y, en algunos casos, es esa primera gran pelea la que termina con la relación, que solía parecer perfecta. Si te encuentras en una racha de relaciones cortas, sigue leyendo; posiblemente, encuentres la respuesta.
Índice
1. Te da miedo pedir lo que quieres
3. No estás dispuesta a poner límites, y respetarlos
4. Dependes de tu pareja para sentirte bien
5. Tienes estándares bajos, en cuanto a madurez emocional
6. No tienes claros tus valores
“Me gustaría que saliéramos más, en vez de quedarnos en casa” “Quisiera pasar más tiempo con mis amigos, sin que eso te haga enojar”. Si, a veces puede ser difícil, vergonzoso, o intimidante, ser directa y decir lo que quieres, tal cual es.
Pero, ¿Cuál es la alternativa? Quedarte sentada a esperar que las cosas mejoren, y tus deseos y necesidades más profundas sean cumplidas, por arte de magia, no va a suceder. Toma el micrófono, y expresa lo que esperas de tu relación.
Desafortunadamente, muchas fuimos educadas para ser demasiado amables, respetuosas, y consideradas con las necesidades de otros, al extremo de ignorar las propias. La solución está en ser más asertiva, y comunicar tus deseos de manera honesta y respetuosa. En un principio, puede sonar difícil, pero como todo aprendizaje, la práctica hace al maestro.
Similar al punto anterior: No saber negarte a lo que no quieres, es igual a no saber pedir lo que quieres. Obviamente, las relaciones sanas requieren llegar a acuerdos. Pero, si eres tú la que cede en todo, ¿qué tan sana es esa relación?
Estar dispuesta a negarte está relacionado a no dejar que te pasen por encima. Darte el mismo nivel de respeto, a ti misma, como a los demás. Si no puedes hacer eso, es imposible que tus relaciones se mantengan enteras, sanas, y funcionales.
Una cosa es saber cuáles son tus límites, y otra, muy diferente, es saber respetarlos. Un ejemplo, muy simple, pero real: Sabes muy bien que no te gusta cuando tu pareja se la pasa en el celular, cuando están juntos, pero, ¿qué vas a hacer si no se detiene?
Los límites no sirven de nada, mientras no estés dispuesta a hacer que se respeten. Si, de manera crónica, pones limites que son ignorados, estás “entrenando” a tus parejas a que ignoren tus deseos, lo que empeora las cosas. Puede ser incómodo, pero es de suma importancia que te acostumbres a poner, y respetar, límites, de manera temprana, en la relación.
Una historia clásica: Una persona insegura conoce a una pareja súper confiada, casi narcisista. Al inicio, todo va genial, la persona insegura le comparte toda preocupación a su pareja, quien la hace sentir calmada y segura. Pero, pronto, todo se derrumba. La persona insegura se da cuenta de que, los comentarios ofrecidos por su pareja, no están arreglando el problema de raíz. Mientras que, la pareja narcisista, empieza a ver a la persona insegura como alguien con demasiadas necesidades, como alguien frágil. Hay distanciamiento, resentimiento, desconfianza, hasta que, todo termina.
¿La moraleja de la historia? El bienestar emocional, es responsabilidad de cada persona. No pretendas pasar esa responsabilidad a tu pareja. Obviamente, las demás personas importan para nuestra salud emocional. Pero, entrar a una relación dependiendo de tu pareja, para sentirte bien, prepara a cualquier relación, a una estrepitosa caída.
El problema aquí es que, asumimos el nivel de madurez es consistente con su edad y experiencia. Pero, como bien sabes, el hecho de que alguien sea maduro en un área de su vida, no significa que lo sea en todas.
No importa que tan exitoso, o encantador, pueda ser, si no tiene madurez emocional, tu relación será infeliz. Desafortunadamente, muchas personas tienen estándares muy bajos, cuando se refiere a madurez emocional. Y, aunque al inicio, la defensa de tu pareja en conversaciones difíciles pueda no ser importante, te garantizo que será un problema grande cuando estén en situaciones de la vida diaria, como vivir juntos, comprar una propiedad, etc.
¿Cómo esperas encontrar a la pareja indicada, si no tienes idea de lo que quieres en una pareja? Un conjunto de valores es de las cosas más importantes en nuestra vida. Son los principios más altos, y las cosas a las que aspiramos llegar. El problema es, para muchas de nosotras, que, simplemente, heredamos nuestros valores, sin mucha conciencia, de si es lo que realmente nos sirve en la vida, lo que realmente esperamos.
Así que, si eliges a tus parejas, basándote en estándares y valores que, realmente, no son tuyos, no te sorprendas si atraes parejas que, en realidad, no son para ti. Si esperas encontrar una pareja, con la que tengas una compatibilidad profunda, asegúrate de que tus valores, sean realmente tuyos.
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