Home > Pareja > Relaciones de pareja: Los errores más comunes
En las relaciones de pareja, se cometen muchos errores. Al final del día, somos humanos. Si quieres saber cuáles son los errores más comunes, sigue leyendo.
La felicidad en nuestras vidas, no depende, completamente, de tener una relación íntima. Sin embargo, nuestras vidas si mejoran, cuando existen lazos que son sanos, y cercanos. Si parece que los tuyos no están funcionando tan bien como quisieras, es posible que, con unos ligeros ajustes, puedas regresar las cosas al camino correcto.
La investigación en el área de las relaciones interpersonales, y el bienestar, es una de las ramas de la psicología que más han crecido, en los últimos años. Con los resultados de diversos estudios, que siguieron relaciones exitosas, y otras no tanto, a lo largo de un periodo de tiempo, podemos saber cuáles son los errores más comunes en las relaciones, qué presenta un reto para las parejas, y como solucionarlo. Al identificar los errores, puedes sobrepasarlos, antes de que se salgan de control.
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3. Quejarte de tu pareja, con todos menos tu pareja
Conforme las relaciones maduran, hay una tendencia a asumir que está bien dejar ciertos gestos amables, de lado. Algo de esto es normal, apropiado, e incluso, ayuda a construir mejores relaciones. Sin embargo, de vez en cuando, no hace daño reflexionar en cómo sería la vida sin tu pareja. ¿Qué significaría para tu día a día, tu bienestar, o tu idea de un futuro feliz?
Una vez que empiezas a formularte una imagen de ti misma, sin tu pareja, es una imagen que te ayuda a dar un paso extra, para mostrarle afecto a tu pareja, interés, y preocupación, aunque sea por un momento. Es demasiado fácil descartar a las personas que tienes más cerca, porque esperas que estén ahí, sin importar nada. Al hacerlo, es probable que terminen por buscar esa atención que no reciben de ti.
No es buena idea ignorar a tu pareja, pero tampoco es muy productivo para tu relación que te preocupes demasiado por si le importas, o no. La gente que se apega, ansiosamente, se vuelve tan necesitada, y dependiente, que terminan por alejar a sus parejas, a través de una necesidad excesiva de afecto, atención, y re-aseguración.
Después de que tú y tu pareja han establecido un compromiso mutuo, no debería ser necesario que sigas cuestionando, y preguntándote, si a tu pareja le importas. Incluso si no has llegado a la etapa del compromiso, deberías poder saber, basándote en hechos, que le importas.
Esos hechos van desde el hecho de que no se olvida de llamarte, escribirte, ser cortés, hacerte favores, ser amable con las personas que te importan, etc. Si no son estas, seguro hay otras, específicas para su relación, que, si pones atención, te indican cuando le importas, lo que te debe ayudar a sentir menos ansiedad por la relación.
Todas podemos imaginar varias formas de “rehacer” a nuestra pareja. En vez de decirle a tu pareja, puedes, erróneamente, compartir tus disgustos con quien sea, que esté dispuesto a escuchar. Esta tendencia puede ser muy contraproducente. Obviamente, al no decirle a tu pareja, directamente, lo que te molesta, es muy poco probable que tu pareja sepa que te gustaría ver cambios en su comportamiento.
Menos obvio es el hecho de que, al concentrarte en lo que te molesta, es mucho más difícil que veas lo que hace bien. Estas ideas negativas, sobre las molestias menores de tu pareja, pueden tomar velocidad, con el tiempo. Antes de que te des cuenta, van a evitar que veas las cualidades admirables de tu pareja.
Hay un número infinito de formas de ser pasivo-agresiva en una relación. Desde “olvidar” hacer algo que no quieres hacer, estar de acuerdo con una sugerencia que nunca vas a seguir, la lista es interminable. Puedes pensar que es más seguro no hacer objeciones directas a una petición, o estar en desacuerdo con algo que te dice tu pareja, pero, una vez más, al no decirle lo que sientes, estás cerrando la ruta de la comunicación.
Si estás incurriendo en comportamientos de este tipo, y no es algo típico de ti, tal vez quieras tomarte un tiempo, para reflexionar lo que realmente te está molestando, y discutirlo, de manera honesta, con tu pareja.
¿Te quedas pensando si seguirán juntos la próxima semana, el próximo mes, el próximo año? ¿Te da miedo arruinar la relación, por pensar, o hacer, algo mal? ¿Tomas las señales de preocupación de tu pareja, como evidencia de su desinterés por ti? Como discutimos en un punto anterior, es bueno tener un grado razonable de seguridad con tu pareja. Sin embargo, esto es un poco diferente a ese punto.
Cuestionar tu relación, significa que dudas si va a durar, y por lo tanto, puede que te sientas menos cómoda con los compromisos que hagan para el futuro. En otras palabras, si estás buscando un plan b, puede que tu pareja note esto, y que la inminente caída de su relación, sea una opción viable.
Cuando piensas en las personas y aspectos importantes en tu vida, ¿en qué lugar va tu pareja? ¿Tu familia viene primero? ¿Tus amigos? ¿Trabajo, o escuela? Hay cualidades diferentes en nuestras relaciones románticas, en comparación con las relaciones familiares, o amistosas. En realidad, no es necesario decidir quién es más importante. Sin embargo, al hacer este ejercicio mental, puedes tener una nueva perspectiva en cuanto a dónde entra tu pareja en tus objetivos de vida.
Si hay un salto enorme entre tu familia, amigos, trabajo, u otras personas o actividades, es probable que tu pareja lo experimente como que no está siendo valorado. Una vez más, identifica estas señales de comportamiento; si estás en una reunión, ve si botas a tu pareja para, mejor, estar con un grupo de amigos, terminando la noche casi sin hablar con él. Aunque tu pareja no admita sentirse ignorado, esta falta de atención será experimentada como rechazo, y con el tiempo, restarle a los sentimientos de tu pareja, por ti.
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