Home > Pareja > Relaciones tóxicas: ¿por qué me quedo en ellas?
Cuando hablamos de relaciones tóxicas, hay personas que se preguntan, ¿por qué me quedo en ellas? No siempre es fácil salir de la toxicidad.
Las relaciones tóxicas son intrigantes para quienes están afuera. Cuando el abuso es tan evidente, te preguntas, ¿por qué alguien se quedaría con sus relaciones tóxicas? Puedes intentar explicarlo con lógica, o incluso convencer a la víctima de que no tiene sentido que se quede en una relación tan obviamente dañina para ella. Sin embargo, hay muchas razones por las que alguien se quedaría en una mala relación. Si es tu caso, este artículo apunta a crear consciencia en ti.
Índice
3. Concentración en lo positivo…
5. Inversión
9. Culpa
10. Manipulación
En palabras simples, frío-caliente, jalar-empujar. La principal razón por la que te quedas en esas relaciones son las más adictivas. El refuerzo intermitente es un itinerario de condicionamiento en el que una recompensa o castigo no se administra cada que la respuesta deseada sucede; es inconsistente e irregular.
Este tipo de condicionamiento ha sido extensamente estudiado en animales. Es lo opuesto a un refuerzo continuo y positivo, donde la recompensa se otorga cada vez que una acción específica sucede.
Así se entrena a los perros. Se sienta, recibe premio, no se sienta, no recibe premio. En un experimento, ratas tenían que empujar una palanca para recibir comida. Primero aprendieron que al accionar la palanca, recibían comida (recompensa positiva). Eventualmente, la comida dejaba de salir, y sólo salía en raras ocasiones. Creerías que esto haría que la rata deje la palanca, pero no es el caso.
Es todo lo opuesto, de hecho. Ya que la rata aprendió que con jalar la palanca recibía comida en el pasado, se obsesiona en mover la palanca con desesperación, hasta recibir comida de nuevo. Se desarrolla una obsesión ansiosa con la palanca. Ahora, reemplaza la palanca con una pareja abusiva en tu mente, y entiendes el refuerzo intermitente en una relación abusiva.
Hay una relación directa entre la autoestima y el abuso: las personas con baja autoestima tienden a estar en relaciones abusivas, y el abuso deteriora más la autoestima. Si no crees que no vales lo suficiente, y no te valoras a ti misma, tiene sentido que te involucres con alguien que alimente esas creencias.
Las personas con baja autoestima tienen bajas expectativas, y bajos niveles de comparación. No esperas muchos beneficios de una relación, pero si problemas. De esta forma, tus bajas expectativas se cumplen y te quedas en la relación.
Alternativamente, podrías comparar tu situación con una mucho peor. Por ejemplo, “al menos no me golpea”, “al menos vuelve a ser su versión dulce al poco tiempo”. Al minimizar el impacto de las características negativas de tu pareja, normalizas la situación y no la observas como “algo malo”. Esto crea la ilusión de que puedes aguantarlo.
…mientras ignoras lo negativo. Un factor importante en el mantenimiento de una relación es percibir a tu pareja de manera positiva. A mayor visión positiva de tu pareja, más satisfacción con él. Tendemos a atenuar las características positivas de la pareja para sostener y fortalecer el lazo. Sin embargo, en relaciones tóxicas, a pesar de la innegable presencia de aspectos muy negativos, estos parecen ser ignorados, u olvidados.
El trauma causa disociación de las experiencias desagradables y angustiantes. Fácilmente podemos desconectarnos emocionalmente de algo que lastima, para evitar el dolor. En relaciones tóxicas, esto es lo que sucede. La víctima se despega de los aspectos negativos y se concentra en los positivos, lo que se transforma a una percepción más favorable.
Una mala relación es mejor que no tener una para muchas personas que deciden quedarse en una relación tóxica. Cuando tomamos decisiones, evaluamos nuestras opciones para elegir la mejor.
Así que, si te quedas en una relación tóxica, esto significa que eso es preferible a la alternativa. Esta creencia se refleja en incapacidad de juicios asertivos y baja autoestima, pues el miedo evita que estés sola. No sólo eso, sino que también te privas de la oportunidad de conocer a alguien que realmente es bueno para ti.
Cuando más inviertes en una relación, más difícil es marcharse. Por lo tanto, si invertiste mucho tiempo, esfuerzo, energía y recursos a la relación, es más probable que te quedes en ella, sin importar lo tóxica que sea.
Muchas personas en una relación tóxica se convencen de que tienen el control de la situación, o que ya saben como manejarlo. Desarrollar mecanismos para lidiar con ello es necesario si estás determinada a quedarte en una relación tóxica. Pero, ¿realmente tienes el control, o estás manteniendo una ilusión?
Muchas personas deciden quedarse en relaciones tóxicas por una inherente necesidad de ayudar o arreglar a la pareja. Es probable que estar en el papel de cuidador ha sudo un patrón desde la infancia, y salir de él es muy difícil. Por ejemplo, en caso de haber crecido con un padre enfermo, cuando tuviste que cuidar de él y asumir el rol de cuidadora.
El cuidador podría esperar que cambie su pareja, contra todo pronóstico. Si eso pasara, entonces esto aumentaría su autoestima. “Cambió por mí. Soy especial para él”. Si este es tu caso, recuerda que la única persona a la que puedes cambiar es a ti misma. No es tu responsabilidad u obligación ayudar a alguien a cambiar, mucho menos cuando te trata mal.
Mantener una relación tóxica por el bien de los hijos era mucho más común en el pasado, pero sigue sucediendo. Sin embargo, la creencia de que los hijos se verían afectados negativamente por la separación, más de lo que afecta ver una relación tóxica en sus padres, es algo torcido.
Si te quedas por tus hijos, ten cuidado de que, como su madre, les des un buen ejemplo de cómo se ve el amor sano. Al quedarte, podrías estarles enseñando que es preferible soportar el dolor y el abuso, que dejarlo ir.
Una de las peores manifestaciones del abuso se conoce como “culpar a la víctima”. El abusador ha convencido a la victima de que es responsable por el mal comportamiento, acusándola de provocarlo. Aunque esto podría parecer ilógico desde afuera, la culpa y la manipulación tienen efectos potentes en las personas dentro de una relación tóxica.
No es difícil formar la creencia de que el abuso sucede por lo que TU hiciste. Si, las relaciones se construyen con interacciones, por lo que es importante considerar tus contribuciones al patrón. Sin embargo, el abuso no se justifica, y por lo tanto, no es tu culpa que suceda.
La manipulación es una marca registrada de las relaciones tóxicas. Muchas personas en relaciones así son constantemente manipuladas para creer que salir de la relación no es una opción. Se sienten aisladas, completamente distanciadas de su red de apoyo. Tienen miedo de marcharse porque su pareja les ha “advertido” de los resultados de hacerlo.
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