Home > Tips > Relajación para reducir la ansiedad
Todas hemos tenido que lidiar con ansiedad. Para lograrlo, te contaré de estas técnicas de relajación para reducir la ansiedad.
Los sentimientos de ansiedad y estrés pueden ser tan desagradables que se vuelven un obstáculo para tu vida diaria. Podemos llegar a tener dificultades para concentrarnos, dormir o trabajar, e incluso lastimar a los que nos rodean.
Afortunadamente, hay métodos que podemos usar para sortear la ansiedad. Este artículo te dará algunas técnicas de relajación que son claves, y que puedes usar tu misma para reducir la ansiedad y el estrés.
Si te sientes abrumada por el estrés y te está costando trabajo lidiar con él, considera consultar a un terapeuta profesional que pueda ayudarte aún más. Este artículo no pretende reemplazar la invaluable guía y conocimiento que un psicólogo preparado tiene, pero si son herramientas adicionales que te ayudarán a combatir la ansiedad.
Habiendo dicho esto, ve por una caliente taza de té, ponte cómoda y vamos a comenzar.
Índice
1. Aprende a reconocer las señales
2. Técnicas de relajación muscular
3. Mindfulness
4. Meditación
El primer paso es identificar como la ansiedad y el estrés, se manifiestan en tu vida diaria. Por ejemplo, algunas personas tienen problemas para dormir cuando se sienten estresadas o ansiosas, mientras que otras se sienten irritables y sensibles.
Monitorear estos síntomas puede ser difícil porque necesitas tener muy claro lo que estás buscando. Sin embargo, desarrollar esta conciencia es de gran ayuda, porque puede ayudarte a implementar estrategias de apoyo antes de que tu ansiedad se vuelva abrumadora, y llegue a niveles destructivos para tu salud.
Aquí tienes unos tips para monitorear y encontrar las señales de la ansiedad: Primero, observa tu comportamiento en los últimos meses, y piensa en las veces en que te sentiste muy estresada. ¿Puedes encontrar ejemplos de tu comportamiento que aparecen repetidamente durante este periodo?
También puedes llevar un diario por algunas semanas, donde lleves un registro de cómo te sientes, tus niveles de ansiedad, y cualquier otro comportamiento que pudieras encontrar informativo, como tu ritmo de sueño, humor, energía, pensamientos, tiempo dedicado al trabajo, y la motivación.
Cuando sabes la forma en que tu ansiedad se manifiesta, es cuando puedes tomar los pasos necesarios para enfrentar estos síntomas. Por ejemplo, si te cuesta trabajo concentrarte, puedes considerar las técnicas de meditación, pues son las que te confrontan con esta deficiencia. Si te sientes tensa, puedes probar con relajación muscular, etc.
Para poder encontrar la técnica que más se acomode a ti, y tus necesidades, es necesario que tengas muy claro cuáles son las manifestaciones de la ansiedad y el estrés en tu vida diaria.
Las técnicas de relajación muscular pueden ser de gran uso para reducir la ansiedad. Cuando te sientas ansiosa, prueba los siguientes ejercicios.
Para empezar, sentada o acostada, concéntrate en aislar los músculos diferentes. Empieza con uno de los grupos musculares, como tus hombros, y apriétalos por unos segundos, para después relajarlos. Trabaja con cada uno de los grupos musculares, uno tras otro, apretando y soltando cada grupo, por completo.
Para que sea efectiva, esta técnica debería ser practicada de manera regular, incluso en momentos en los que no sientes estrés o ansiedad. Verás que el alivio y relajación serán casi inmediatos.
Las técnicas apuntadas a desarrollar la mente presente son muy efectivas para tratar la ansiedad y el estrés. Los mejores ejemplos de estas técnicas incluyen yoga, meditación y ejercicios de respiración.
En cada una de estas técnicas, aprenderás a dirigir tu atención hacia adentro, a calmar tu mente al reducir el efecto de los pensamientos distractores, y como consecuencia, dirigir tus pensamientos de manera constructiva.
Algunas técnicas del mindfulness requieren más tiempo que otras. Por ejemplo, los ejercicios de respiración pueden tomar un par de minutos, mientras que el yoga puede durar entre 20 y 90 minutos. Como consecuencia, algunas de estas técnicas son mejores, según el contexto. Un ejercicio de respiración puede ser usado en el trabajo, o un lugar callada, como tu auto. Por otro lado, el yoga necesita un espacio físico para hacerlo.
Estas técnicas son difíciles de aprender, y requieren ejercitarlas de forma regular. Sabiendo esto, es importante que no te sientas desalentada si se pone complicado. Asegúrate de priorizar el tiempo y espacio para una práctica regular. Los efectos no son inmediatos, pero se vuelven más fácil con la práctica.
La meditación se refiere al ejercicio en el que practicas la consciencia para vaciar la mente de pensamientos y sentimientos distractores. Hay diversos tipos de meditación, pero todos comparten la meta de incrementar tu sentido de la presencia en el momento, y controlar tus pensamientos.
La premisa de la relajación progresiva es que la persona aprende a tensar y relajar los grupos musculares, hasta llegar a un nivel máximo de relajación. Junto con ayuda de un terapeuta, la persona aprende a identificar, tensar y relajar una parte del cuerpo que aloja mucha tensión.
Armado con este conocimiento, la persona identifica dónde está sintiendo la tensión, y aprende a relajar los músculos que contribuyen a esta sensación.
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