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¿Cuáles son los tipos de relaciones de pareja y cual es el tuyo? Si tienes una relación, este artículo te será de mucha ayuda para identificarlo.
“¿Cómo llegamos a esto?” Tu y tu pareja han tenido una pelea, y te encuentras sentada sola, haciéndote esta pregunta. ¿A dónde se fueron los días felices cuando la conexión con tu pareja era fácil? Tal vez pasaste por una ruptura reciente y empiezas a dudar si algún día encontrarás la relación correcta para ti.
Cada persona es única. Por lo tanto, cada relación es y será distinta. Vamos a analizar algunos de los tipos de relaciones que hay ahí afuera. Algunas necesitan trabajo, y otras son enteramente tóxicas. Pero a través de nuestra examinación, vamos a encontrar lo que se necesita para una relación sana. Porque, sin importar quien eres, una relación sana es exactamente lo que necesitas cuando buscas a una pareja.
Índice
Una relación codependiente significa que uno, o probablemente ambos, depende de la otra persona para funcionar. Es difícil imaginar la vida sin una pareja con la que has estado por mucho tiempo. No estoy diciendo que extrañar a tu pareja sea algo malo, o que perder a una pareja no sea de las cosas más difíciles por las que podemos pasar. Eso no es a lo que me refiero cuando digo “codependiente”.
Una relación codependiente borra la independencia del individuo por completo, para transformarse en lo que sea que necesita la otra persona. Si, las relaciones requieren de compromiso y empatía, pero deshacerte de quien eres como persona nunca es algo sano.
Todas necesitamos un tiempo a solas. Ahí acomodamos nuestros pensamientos y organizamos las toneladas de información que tenemos que procesar cada día. Nos desarrollamos como individuos cuando hacemos esto. Una pareja codependiente no entiende esa necesidad de espacio personal. El peligro es que la codependencia se puede convertir en algo opresivo y posesivo.
El otro lado de la moneda de una relación codependiente es la relación independiente. Como dije, la independencia es algo bueno, pero todo se trata de encontrar equilibrio. Si tu pareja queda en el polvo por tu independencia, algo no anda bien. Estar en una relación se trata de construir confianza y encontrar acuerdos para empezar a convivir sus vidas juntos.
Si ambos son completamente independientes del otro, es posible que empiece a haber quiebres en la comunicación. En esa total independencia, también puede existir una falta de empatía. La empatía es la habilidad de ponerte en los zapatos de la otra persona. Y la independencia en extremo puede eliminar esta habilidad de una relación, por completo.
Puedes terminar por parecer arrogante, insensible, y sin interés, porque estás totalmente involucrada en tus asuntos, y en ti misma. Otra pieza importante es la honestidad. Ambas personas necesitan tener la habilidad de escuchar y entender la verdad sobre ellos mismos.
Cuando ignoras la confianza con el otro, esas conversaciones honestas se vuelven imposibles. Cada relación es diferente, así que necesitas encontrar lo que funcione para ti, ya sea en el futuro o en tu relación actual. Se lo suficientemente independiente como para tener tu libertad sin codependencia, pero no tan ocupada como para nunca estar ahí para tu pareja. Encuentren el equilibrio, juntos.
La versión cero sana de los puntos anteriores, que toma los lados negativos de ambas a un punto extremo. Una persona en la relación tiene todo el control sobre la otra. Hay dos lados para esta tóxica historia. Una persona tiene cero empatía y ve la relación como un medio para obtener todo lo que quiere. La otra no tiene confianza en si misma, y ve la relación como el medio para completarse a si misma.
Antes de entrar a una relación, tenemos que tener una visión realista de nosotras mismas. Si no lo hacemos, este tipo de relación suele ser el resultado. Si intentas encontrar a alguien que te complete, en vez de encontrar eso en ti misma, terminaras siendo un camaleón de relaciones.
Necesitamos encontrar entereza en nosotras mismas, antes de entrar a una relación. De otra forma, constantemente intentaremos cambiar quienes somos para encajar con alguien más. El respeto que tienes por ti misma tiene que venir de ti, y sólo de ti. No amarres tu respeto a ti misma a una persona que no eres tú.
Una relación abierta es otra versión de la relación independiente. Ambos están de acuerdo en que pueden ver a otras personas, fuera de la relación. Típicamente, esta es una señal de que ambos participantes no están emocionalmente listos para una relación seria. Una relación necesita confianza y tiempo para crecer y convertirse en algo que pueda traer felicidad. Esto requiere honestidad e intimidad.
La intimidad verdadera es imposible si hay otras personas involucradas. Los celos son el sentimiento que más fácilmente aparece al principio. Los celos no permiten la confianza, la confidencialidad, o la honestidad.
Para que una relación vaya más profunda y funcione a la larga, dos personas tienen que empezar a desarrollar raíces con el otro. Esto requiere un profundo compromiso emocional, lo que no sucede en una relación abierta. Comúnmente, las relaciones abiertas empiezan porque uno o ambos tienen miedo de una conexión genuina.
Esta se hace notar como una única en la lista. Hay muchas más barreras físicas, al menos a nivel superficial, en comparación con los obstáculos emocionales del resto de los tipos de relaciones. Ya sea que están a horas de distancia, o en lados opuestos del planeta, la comunicación es más importante que nunca.
No hay muchas parejas que crean que la comunicación no importa. Sin embargo, sigue siendo lo que muchas parejas necesitan trabajar. Hay pocos recordatorios a lo que hay que poner atención a la hora de escuchar a otra persona, antes de querer ser escuchada.
Y cuando la interacción es a través de llamadas, mensajes, y notas de voz, la comunicación es el sustento de las relaciones a distancia. Para estar en la misma frecuencia, ambos necesitan estar pensando en el otro, buscando entender al otro, antes de ser entendidos.
En una relación a distancia, podemos estar tan emocionadas de hablar con nuestra pareja que olvidamos que también hay cosas que queremos compartir. Peor aún, puede ser frustrante no estar cerca. Eviten desquitar esa frustración con el otro. Después de todo, ambos se sienten de la misma forma. Están en esto juntos.
Lo opuesto de una relación sana es una relación tóxica. No hay compromiso de nadie en una relación tóxica. Ambos tienen daño emocional y se aferran al otro, por miedo a perder algo que sólo es real en su mente. Comúnmente, las relaciones se vuelven tóxicas por el sacrificio total de tus propias necesidades, por aquellas de alguien más. El amor no se trata de borrar tu autonomía. El amor significa amarte a ti misma.
Además de esto, también existe una total falta de empatía. Estas son persona que no pueden, o se niegan a ponerse en zapatos del otro. No pueden ver más allá de sus propias necesidades, y como esto crea una fricción constante en la relación.
La meta de la empatía es entender los sentimientos, ideas, deseos y acciones de la otra persona, de una manera significativa. Una relación tóxica sólo ve el recibir y tomar, no el dar.
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